12/30/2009

Conversaciones entre una sociópata y una sociópata reformada.


                            

El sofá color verde botella formaba un ángulo perfecto de noventa grados con la mesa contigua. En ella conversaban un hombre y una mujer; más bien no conversaban, estaban sentados mirando al vacío con una taza de té delante de ellos y un cigarro en la mano izquierda de la mujer. Parecía hipnotizada en la pareja de muchachas que tenía delante.
En su mesa había un cenicero vacío, una taza de café y otra de chocolate caliente. También, formando una pila al fondo del tablero color nácar, había un montón de cartas que ofrecían desde sandwiches hasta combinados.
La chica de más al fondo era morena, llevaba pantalones rojos y estaba apoyada en la pared escuchando a la otra. Llevaba un gorro rojo de invierno a juego con los pantalones y una camiseta en la que se podía leer en letras góticas all you need.
La otra tenía el pelo rizado, hipnóticamente rizado, y también era morena. Llevaba perfectamente delineada en negro la línea de los ojos, tanto por arriba como por abajo, y una blazer negra perfectamente conjuntada con sus pantalones y unas converse color grisáceo.
- Ya he aprendido a controlarme los días de lluvia. - dijo una mientras dio un sorbo a su café con leche.
- Esta mañana iba en el metro y lo único que pensaba era en metralletas. - se rió la otra.
- Es mejor caer desde medio metro que desde cincuenta. - Y la miró a los ojos como si la otra supiera perfectamente de lo que hablaban.
-La NBA tiene demasiados aficionados. - salieron del café en el que estaban, se despidieron y se perdieron entre la gente.



El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. 
Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, 
todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; 
y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.
(Aldous Huxley)

12/28/2009

Juegos de mecánica


Lo malo de las fechas importantes es que siempre hay alguien que te las recuerda.
En ese momento el agujero de la cama se hace tan hondo que no quieres salir de él en todo el día.
Clara empieza a odiar. Empieza a odiarse por sus debilidades.
No le gusta sentir que cada vez necesita más un abrazo.
Pero uno de verdad.

12/27/2009

Mrs. Brightside.





Efecto boomerang:

Siempre vuelven. 
Pero el lugar ha cambiado. 



Porque me da la gana. 

Por cierto, es Delaunay.
"Joie de Vivre"

12/26/2009

La productividad de las horas de trabajo.



Aquella noche diluviaba.
El manto de agua cubría todo el cielo y las alcantarillas rebosaban. Las ratas corrían al borde de las cornisas y por los canalones buscando refugios y las luces de los pocos bares de mala muerte que quedaban abiertos iluminaban algunos recovecos de la ciudad.
El número 120 era un edificio de cuatro plantas, en pleno Chelsea, del tipo de los que tienen una puerta de madera con herrería más grande que la misma primera planta.
Jack dio tres toques secos con la aldaba de bronce que colgaba del portón. Corrían gotas por toda su cara y la gabardina tenía un aspecto tan deleznable que podía ser un vegetal. La puerta se abrió y exhausto se enfiló dentro.
Le sirvió un vaso de whisky tan largo que hubiese cabido una dentadura postiza. Ella tomaba soda.
-Entonces- dijo- ¿Para qué quería verme?
Ella apoyó su mano sobre su hombro y le hizo estremecerse.
-Relájese- dijo sonriendo - no tiene prisa. ¿verdad?
Él negó con la cabeza y observó cómo cambiaba de música en el tocadiscos. El salón estaba ordenado, el cenicero lleno de cigarrillos a la mitad  y en las paredes los cuadros más magníficos que jamás había visto.
-¿Su bebida está bien?- preguntó mientras miraba por la ventana.
-Sí - dijo Jack, y tomó un sorbo. Tenía aroma a turba, era suave, sin quemazón. Era un buen whisky. Se preguntó si era ella la que necesitaba reposar la cabeza. Entonces le preguntó por la mujer desaparecida. La pregunta no pareció sorprenderla.
-Oh, sí - respondió - Supongo que usted es el Señor Mill. Lo olvidaba. ¿verdad? Es el que cuando ya todo se da por perdido llega y resuelve el caso. Entonces, fuera misterio. 
-Por Dios, Señora. Aquí no hay ningún misterio - contestó Jack provocativamente. - Este caso no es más que un rompecabezas de una historia que se lleva repitiendo más de siete años. Y a mi me gustan los rompecabezas. 
-Ya veo. Tenemos más cosas en común de las que pensaba - dijo pícara. Casi burlándose de él.
- Supongo que entonces también creerá que cuando un rompecabezas cuadra el misterio termina. Y el interés muere. - el detective entonces encendió un nuevo cigarrillo y la agarró por la mano.
-Llámeme Jen. - contestó ella mientras se volvía a alejar.
-Está bien, Jen- la comisura de la boca se le entornó - Entonces, ¿Me va a decir qué sabe? 
Aquella sonrisa le irritaba bastante; quizá porque tenía un toque burlón o porque quería callarla con un beso. Tomó un largo sorbo del vaso de soda que antes había apoyado sobre el secreter y se quitó los tacones que calzaba.
- Usted quiere besarme y el hecho de que lo piense y no lo haga le torna aburrido. Cuando un misterio se termina, el interés muere; usted mismo lo ha dicho. - abrió la puerta y recorrió el pasillo - Ella ha desaparecido porque usted ya no le interesa Jack, se ha vuelto demasiado previsible. 


Al cerrarse la puerta, Dorian se guardó la llave en el bolsillo y recorrió la biblioteca con la mirada. Sus ojos se detuvieron en un amplio cubrecama de satén morado con bordados en oro que su abuelo había encontrado en un convento próximo a Bolonia. Sí; serviría para envolver el horrible lienzo. Quizás se había utilizado más de una vez como mortaja. Ahora tendría que ocultar algo con una corrupción peculiar, peor que la de los muertos: algo que engendraría horrores sin por ello morir nunca. Lo que los gusanos eran para el cadáver, serían sus pecados para la imagen pintada en el lienzo, destruyendo su apostura y devorando su gracia. Lo mancharían, convirtiéndolo en algo vergonzoso. Y sin embargo aquella cosa seguiría viva, viviría siempre.
[El retrato de Dorian Gray]

The importance of being Ernest.



JACK.- ¡Qué poco romántico eres!
ALGERNON.- Realmente, no veo nada romántico en una declaración. Es muy romántico estar enamorado. Pero no hay nada romántico en una declaración definitiva. ¡Toma! Como que pueden decirle a un que sí. Yo creo que así sucede, generalmente. Y entonces, ¡se acabó todo apasionamiento! La verdadera esencia del romanticismo es la incertidumbre. Si alguna vez me caso, haré todo lo posible por olvidar el suceso.
JACK.- Eso no lo dudo, mi querido Algy. El Tribunal de Divorcio fue inventado especialmente para la gente que tiene la memoria, tan extraordinariamente constituida.



*Oscar Wilde.
Most people are other people.
Their thoughts are someone elses opinions,
their lives a mimicry, 
their passions a quotation.  

12/23/2009

Trátase de la ciudad movible y el río vagabundo



Frenó en seco y aparcó el coche en la cuneta. Veinticinco árboles de hoja perenne la flanqueaban por su derecha mientras que a su izquierda sentía los 120km/h de los coches que recorrían la M-502.
Cogió su libreta de poemas y fue arrancando una a una todas las hojas.
Intentaba matar todos los versos negativos.
Creo que notaron el dolor: se redujeron trocito a trocito en nada.

Apareció un gato negro y su maullido hizo que se le pusieran los pelos como escarpias. Los ojos amarillos la retaban a salir del coche.

Y se hizo la nada.

Salió del coche, se giró para sonreirle y sonrió al vacío.




Soy realista y, 
el realismo, 
no se cura. 

12/21/2009

Cinco grados bajo cero.



Hoy he respirado el olor a diciembre
y me ha traspasado todo el esternón.

Zás, en toda la boca.



Para que luego hables, bonita. 

12/20/2009

Agh.


Con la cuenta atrás de la mañana de un domingo de diciembre abrió la puerta de su habitación y encontró en el salón un perfecto árbol de Navidad y un Belén por el que corrían figuritas.

El vértigo recorrió su estómago provocando unas ganas irrefrenables de vomitar.


Cogió el primer post-it que encontró en la cocina y con un lápiz viejo escribió:


Un corazón rojo, por favor. 

12/17/2009

Digo la verdad porque se me hielan las manos.


-No me gustan las conversaciones en las que habla uno sólo. Puedes empezar a hablar. Y si no lo vas a hacer, háblame de fútbol.... o del tiempo.
-.....

Me encanta el teatro. Soy fría como el hielo y me gusta hacer creer a los demás lo que me apetezca que crean, porque no me importa una mierda lo que piensen de mi.
Sé lo que quiero y sé  por lo que lucho. Vacía no he estado nunca.
Pero sólo he querido una vez en mi vida.
Y nunca más volví a querer. Ni siquiera quiero volver a querer.

No me hacen falta colores prestados para entintar el desquicio, porque tengo los míos propios.
Y dejé que hablaras.
Y no te dabas cuenta de que me callaba porque quería escuchar. Que conseguí exactamente todo lo que buscaba.

Uno es complicado porque quiere. Yo no lo soy.
Pero no digo tampoco qué es lo que soy.



Soy muda de corazón.
Tú eres tú y yo soy yo,
yo hago lo mío y tú haces lo tuyo.
No estoy aquí para cumplir tus expectativas,
ni tú para cumplir las mías.
Sólo que si nos cruzamos es hermoso.

Soy fría, soy ácida. Soy como un glaciar.
Es cuestión de supervivencia.

Pero me gustas.
Y lo sabes.


Y si quieres dejar de hacerlo dímelo,
y dentro de 4 minutos volverás a no significar nada. 




12/11/2009

La palabra ojalá es como un túnel.



Querida Yo,

Ya se que esta es mi carta número 478 y que hace bastante tiempo que dejaste de contestarme; de todas formas, aunque parezca increíble, me relaja escribirte de vez en cuando. En el fondo, se que ya no me lees.
Supongo que dejó de importarte lo que quiero y tengo que decirte hace mucho tiempo pero sigo reincidiendo porque ya no me cabe duda de que, aunque quisieras, no serías capaz de escucharme.
Estos últimos días no he parado de preguntarme si realmente te has olvidado de mi, o si alguna vez te tuve o me tuviste.

Anoche soñé otra vez con el reloj de la Puerta del Sol, ese que observaba de lejos cada vez que paseabas por el centro conmigo. En el fondo, tú sabes tan bien como yo que el tiempo nos va robando una gota de vida a cada segundo que pasa, pero te pido paciencia.

Creo que a estas alturas, sin haber recibido contestación alguna, ya sólo quiero disculparme. Ya no me importa lo que pienses tú y si te hice daño, me perdono. Lo he probado todo para ser quien realmente te mereces y te he intentado ofrecer cosas que una y otra vez has ido rechazando pero no pasa nada, yo no las he echado de menos porque se cuándo tengo que renunciar a algo y lo hago con la cabeza alta.

Ya se que me das la espalda y que no soy nadie para exigirte nada, sólo me gustaba verte relajada, hermosa, azul, solar, mimosa...

Te escribo hoy también porque ya estoy harta de que te quedes con mi confianza y mis ganas, que necesito que me lo devuelvas ya, de inmediato. Quiero mis bailes debajo de la nieve y mis mañanas escuchando la quinta de Beethoven, quiero mis versos, mis palabras, cada una de mis sílabas, quiero mi ímpetu, mis sueños y todos y cada uno de los puntos en los que me retuerzo de cosquillas si me tocan.




Por favor, lo único que te pido, es que no me hagas renunciar a otro día más sonriendo.


Quiero mi despertar saltando y el vuelco en el pecho cada mañana.

12/09/2009

En clave de Fa.



Volvieron a ser sus ojos los que la delataron, en ellos su mundo era completamente distinto y todo lo que él había pensado se difuminaba.
Ni grandes ni pequeños, ni color miel ni azabache, ni juntos ni separados. Simplemente brillantes, especiales.
En ellos la realidad se distorsionaba creando espirales de vacío a su alrededor.
Todo comenzó a cuadrar en su cabeza, violentamente, cuando ella dijo: -Sólo tengo ganas de querer. 

12/02/2009

Corre que te pillo


-Duérmete- tajó ella mientras seguía obstinada dentro de su mundo.
-Llueve.- dijo él sin cambiar la mirada.
-¿Qué te preocupa, Ric?
-Perderte. - su tono de voz ensombrecía a cada sílaba que pronunciaba.
Moira fue clara: -Soy una más- melodiosamente tranquila. -Todos tenemos un límite.

Fue entonces cuando Ricardo se dio cuenta de que los sentimientos son rápidos y traicioneros; que se le adelantan, tanto a él como a ella. Se dio cuenta que ella mentía.
Y mintió también cuando parecía que nada la importaba mientras que paseaba, bailando descalza, por los parques del centro de Madrid, flotando entre nubes.
Creía que si seguía su vuelo todo se desvanecería.

Sucedió lo que pasa con las rayuelas pintadas en el suelo cuando llueve, que desaparecen. Sus sueños continuaron descalzos por las vías rosáceas mientras que él tuvo que volverse a encerrar en el pentágono regular que siempre había marcado sus pasos.
Acotar la vida de Moira. Eso lo intentaron una y otra vez, pero ella seguía empeñada en los bosques de suelos blancos y en las ganas de gritar.



11/25/2009

Soy yo, no soy yo.




Sentada frente al halógeno del cuarto de interrogatorios, con la ropa rasgada y desmelenada, no pudo más que confesar.
"No soy la que crees que soy, soy todo lo contrario. Soy al revés. Soy un caos de improvisación que nunca está preparada. Soy libre. Soy música con voz fuerte y contundente. Soy independiente, nunca soy el resultado de lo que crees. Soy felicidad, la que huye del odio, la que se baña en tristeza. Soy parte de mí misma. Soy yo sola, independiente. Soy verdad. Soy la que no para quieta ni un segundo, soy la que vive. "

Tras cinco horas sentada en la misma silla, ese fue el único momento en el que el polígrafo dijo que decía la verdad.








Que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena. 

11/21/2009

Preguntas




Nadie pregunta si no quiere saber una respuesta. 


Tú también tienes que saber 
que a veces no tengo mi papel.
Ser valiente no es cuestión de suerte,
es cuestión de verte.

11/17/2009

Zás, y se dio la vuelta.





“El truco está en una sensación.”
A esta conclusión, a la edad de veinte años, ha llegado, Marco.
Marco es un chico como cualquier otro. Vive con sus padres y su hermano en una típica villa de provincia, al sur de Francia. Tienen un perro. Se llama Peter.
Es un chico feliz, los años de la infancia son un recuerdo sereno sobre el que medita e imagina cada vez más.
Estudia en Toulusse y está en cuarto de ingeniería informática, una rama que le tiene completamente enganchado y anonadado. Le gusta la electrónica y la arquitectura del cuerpo humano; su pasión es conseguir concebir un mecanismo bioinformática, una asociación entre la posibilidad software y la realidad celular.
Entre una clase y la otra, está con Xavier y Damian, el Calvo.
“¿Qué tipo de sensación?” pregunta Xavier.
Una sensación cualquiera”, responde. “Lo importante es la realidad de la sensación. No qué tipo de emoción”.
“¿Sensación o emoción?” dice el Calvo.
¿A caso importa? Lo que quiero decir es que la potencia de todo está en la posibilidad de percibir. ¿No es extraño?”
Sí, bueno…lo es” confirma Xav.
“Extraño, extraño” también Damian “para mi es algo que está en lo trascendente, algo que aunque es parte de nosotros no podrá nunca ser entendido por completo. Quizá esto es lo que nos empuja a estudiar: para entender”.
“See….”
“Incluso si nunca llegamos. Seguiremos sin llegar,” dice Marco.
A Xavier se le escapa una risotada.  Si seguimos con estos discursos pedantes se me quitan las ganas de estudiar. ¿Qué no?”
El Calvo también se rie, “Claro que un café ahora…..”
Marco hace un guiño con la ceja. Una carcajada los acompaña.
Tengo que llamar a mi hermano para preguntarle que ha pasado con el coche” dice Marco, “os veo allí”.
La sensación de percibir es algo innato.
Siempre le han dicho que los mejores años de la vida son los de la infancia, pero últimamente no parece tan convencido. La situación de su vida le parece como una espiral temporal, una involución interrumpida, una alternancia día y noche y después de nuevo día y después todavía noche.
¿Por qué tiene que terminar?
¿Por qué me tengo que terminar a mi tiempo?
He nacido para tener que morir, ¿Posible?
Es un rompecabezas que no logra solucionar, pero la obstinación de saber le impone la necesidad de encontrar una explicación que tenga algo razonable.
No quiere morir, le gusta demasiado la vida y…. se ha enamorado.

11/14/2009

Mañana




....Vale, trato hecho, intentemos imaginar qué pasará mañana:

Silencios, pocas palabras, quizá dichas o escritas por personas que no saben, que no tienen fuerza, las ganas, la fantasía de decírnoslas como las hemos sentido siempre hasta ahora.

Todos los pequeños besos desvanecidos, su fuerza, sus heridas, su traza de recuerdos, sólo algo que nos hará todavía más daño, que nos herirá todavía más.

Demasiado solos para tener miedo de las alegrías. Y qué importa si luego estas alegrías se mutarán en dolores, por lo menos podremos consolarnos con lo que sentimos al principio.

Renunciando se va solo contra el dolor, y contra la alegría.

¿Por qué tenemos miedo a estar bien?
¿Dónde perdimos el valor?

11/10/2009

Biografía de un desastre



Su historia fue recopilada del cubo de basura de una vieja casa en ruinas:

Nació casi nueve meses antes de lo que nunca se había previsto, más bien de lo que se había imprevisto.
Comenzó a andar cogida del bastón de su abuelo y aprendió a leer tomando sopa de letras. No sabemos si supo hablar porque nunca dijo nada.
Perdió el tiempo coleccionando calendarios y nunca llegó tarde a ningún lugar, porque jamás fue. 
Era tan delgada que siempre pasaba desapercibida.
Y nunca encontró a su príncipe azul porque era daltónica. 

No sabemos si murió. No sabemos si vivió. 

11/08/2009

Sabina.



"Cuando se desprometen las promesas...
la infame soledad,
es un partido mejor,
que la peor de las sorpresas."




La corriente tira
hacia un oleaje color marrón.

11/05/2009

Fetichismo




Carol le empujó sobre el sofá.
Él se quedó perplejo, con la cabeza ladeada y hacia atrás, observándola desnudarse.
Tenía los labios pintados de color carmín y los ojos negros como el azabache.
Llevaba ligas de encaje y sandalias de tacón a juego con su sostén y su tanga de color negro. Mientras tanto, su larga melena caía sobre ella hasta el ombligo.
La deseaba.

-Fóllame. Fóllame hasta morir, muérdeme, haz conmigo lo que quieras y gime de placer mientras te vas dentro de mi. 


Entonces le arrancó todo lo que llevaba puesto y entró en ella como si fuera lo última vez.
Y el resto del mundo quedó atrás.

11/02/2009

En el fondo lo deseaba.



    El sol sofocante de mediados de julio hacía chorrear el sudor por sus piernas. La arena parecía arder abajo, en la playa, y el mar estaba llano como un plato, incapaz de regalar una brizna de brisa.
    Llevaba puesto un sombrero de paja y una camisa azul marino que dejaba transparentar su sujetador a rayas con encaje. Gafas de sol.
   Paseaba entre la gente con su cigarro en la mano y su sonrisa buscona.
-Richard, querido, un bitter kas- sin una gota de alcohol el sabor amargo incluso endulzaba la acidez de su carácter. Sarcástica, irónica y extremadamente corrosiva.
-Hoy estas preciosa, Georgie - contestó él mientras levantaba la mano al camarero y se fijaba en las kilométricas piernas subidas en unos tacones de más de ocho centímetros.
-Eso es porque nunca me has echado un polvo. - impávida se quitó las gafas de sol.
-Tiene solución. Ahora mismo. - Richard le propuso.
Sonriéndole, pícara, se levantó de la mesa con su bebida roja en la mano izquierda y poniéndose las gafas con la derecha: - Si lo hiciera, ya no sería un reto para ti. 
Se agachó dejando ver el canalillo y le dio un beso en la mejilla, marcándole con su pintalabios color carmín.

10/31/2009

Palabrotas


-¿Estás ahí?
Ella giró la cara para contemplar los rayos de luz que le llegaban de la calle. Tendida sobre la cama sentía cómo su pierna caía sobre él.
-¿Si?
-¿Sabías que te cambia la cara cuando nos acostamos?- se atrevió a preguntar.
Él, sin inmutarse, sonrío avergonzado.
-Tú dices palabrotas. Es el único momento del día en el que las dices. - respondió evadiendo la pregunta.
-Te quiero.
Se tumbó encima de ella y puso su cara en su pecho, rodeándola con sus pies.
-Eso también lo dices. Y es la mejor palabrota que conozco. 






Envidia hasta límites insospechados. 

10/28/2009

Escorpiones





Solas recogían cada uno de los pedacitos en los que el espejo se había roto. En el desván de casa de la abuela volvían a creer tener ocho años.

-¡Ay! - gritó Casilda que creía haber visto corretear un escorpión entre las viejas vigas de madera. -¡Mátalo, mátalo!

-¿Qué? ¿Dónde?

-El bicho, ¡tonta! - aclaró ella.

Gloria no pudo más que mirarla y decir: -Aquí.
Entonces, puso un dedo sobre su corazón.



¿Me da una bola del mundo?
Pero que sea cuadrada, por favor. 


10/27/2009

El cielo se abre bajo mis pies



Apostaba por eliminar las líneas rectas. 

Al voltear la página, que acababa de emborronar a tachones, se encontró con el vértigo del punto muerto que siempre había escapado.
Temía la marcha atrás y vivir en los atascos de una ciudad que la aprisionaba cada vez más, rodeada de frenos automáticos y olor a gasoil.
Buscando un cruce de miradas evitaba la doble dirección de las palabras mientras que las prisas y los pasos obligatorios en unas tardes de domingo que no quería dejar vacías la arruinaban.
Enervándola los vacíos sin dudas y los ideales aferrados por esquinas redondas la cansaba el sinsentido y, parada frente al mar mientras el mundo gira, vive mirando una estrella.


10/20/2009

Sal y ríete




Hay veces que la música tiene olor a  ayer.


De tanto hacer se olvidó de sentir, y de ser.

Desesperación



La barra de un bar. Música antigua de fondo y una camarera rubia con unos vaqueros y unas botas de chúpame la punta secando los vasos recién sacados del lavaplatos.
Miles de botellas reposando sobre cada una de las baldas de madera e iluminadas por unos focos tenues que no dejan ver bien las caras de los visitantes.
Sentado en una esquina, sobre un taburete, cigarro en la mano.
A su lado otro asiento cubierto por un abrigo a modo de acompañante inexistente.

Un whisky. Después otro.
Humo rodeándole y un cenicero que cada vez se llena más.
Otro whisky. Una hora, y dos, y tres.
Solo.
Un cigarro más y otro whisky.
Cada vez más solo y la música más baja.

-Vamos a cerrar- se acerca la camarera.
Él ni se inmuta y sigue enfrascado en el fondo del último vaso.
A los cinco minutos ella vuelve: -Amigo, me quiero ir a casa. Tienes que marcharte.-
Sin levantar la mirada contesta: -Púdrete zorra.
Entonces coge el vaso, lo deja encima de un estante cerca de la caja registradora y sale de la barra apagando las luces. Coge su abrigo y a él del brazo.
-Puta de mierda, déjame en paz. – Pero él tampoco es capaz de oponer resistencia.
Consigue cerrar la puerta y cuando está a punto de meterse en el coche le grita:
-Llegará.

Y él sólo es capaz de contestarla: -¿Sabes?  Ojalá.





Gracias Adri.

10/16/2009

Hace frío en Madrid.



Hoy me ha besado el otoño en toda la boca. 
Ha calado en mis huesos hasta la médula. 


Y tú no estás aquí,
para abrazarme. 

10/15/2009

Vitaminas



Ayer se topó con unos ojos que extrañamente creía olvidados.

En menos de un segundo rebuscó mil momentos que pensaba haber abandonado en algún lugar de un bosque perdido encerrados en un baúl del que no sabía donde estaba la llave.
Fue la sensación de tirarse de cabeza desde un acantilado al mar la que hizo que se perdiera en una sonrisa que añoraba.

Al despertarse, con el reflejo de un sol anaranjado que le besaba la cara, se dio cuenta que los había echado de menos. A los ojos.

Y a él.

10/13/2009

Matemáticas



-¿Conoces las divisiones entre 0? - le preguntó ella.
-No existen. Son imposibles. - contestó él, sorprendido por el cambio de tema.
-En efecto. Son imposibles. Matemáticamente imposibles, como lo nuestro. 






10/12/2009

FUCK YOU

-¿Pero qué me estás contando?
- Uf, bueno... déjame intentar explicártelo otra vez...
-Venga.
-A ver...¿Te puedes imaginar ahora mismo el león más bonito y elegante del planeta?
-Creo que sí. ¿Pero qué tiene que ver eso?
-Pues... Los leones pueden correr cientos de miles de kilómetros en un día hasta cazar a su presa. Pueden arrancarte la piel de un sólo mordisco y hacerte sentir la persona más vulnerable de la tierra... pero cuando los miras, moverse en manada orgullosos y ambiciosos, simplemente ves que son hermosos... eso es lo que siento yo por ti.
- ¿Qué?
-Tú.
-Debes estar delirando. ¿Qué dices?
- Eso eres tú para mi.

En algún lugar hay...



En alguna esquina remota del Universo, por muy perdida que esté:
         Hay un hombre ciego, elevado en un infinito sideral inmenso, quizá ángel, o mejor demonio. Mantiene el equilibrio como si dirigiese una orquesta, sosteniendo el peso de nuestro mundo. Dice que está cansado.
        Hay tres sombras sin definir jugando a los dados eternamente. El perdedor es siempre Presente.
        Nadie la sabe pronunciar, pero también hay una oración sin forma que todo el mundo recuerda.
        Hay un oso, casi lirón,  pequeño y escondido que duerme en uno de los mil quinientos cráteres de un planeta perdido. Cuando despierta, una vez cada cien años, brota en el mundo la posibilidad de un cambio. Pero nosotros siempre dormimos.
        Hay un gato negro que se sabe perseguido. Encerrado. Se pregunta cuándo aprenderemos a mirar, conoce la creencia de que él es el culpable de intrigas, misterios y malos augurios.
        Hay un abismo que de lejos parece árido, oscuro, profundo y centelleante. De cerca, no es más que un sexto del espejo que se rompió y en el que el reflejo del que se observa nunca es el mismo.
        Hay una niña encerrada en una burbuja de piedra, nunca juega. Ayer oí que la llamaban Esperanza mientras se aburría, se moría, se pudría...
        Hay también una curiosa mariposa color añil que calcula estratégicamente la cuantía de sus aleteos. Intenta sobrevolar el frío glaciar de los veranos en el sur de la libertad pero siempre falla.
        Hay un eco perdido entre las ramas de los océanos que tiñe de blanco marfil la Inocencia de los que aún soñamos.


Aunque cada vez quedemos menos.


 Hay una mano
esperando por ti

10/11/2009

Apuntes


Sus ojos se abrieron de par en par en medio de la madrugada.
Por la ventana de su habitación soplaba el viento que azotaba la ciudad aquella noche.
Desvelada no hizo más que girarse hacia su mesilla y coger una de las mil libretas de espirales tamaño de bolsillo que utilizaba al año. Estiró su mano hasta la silla cerca de su cama y consiguió tocar con la punta de los dedos un bolígrafo que siempre guardaba en su bolso.
Entre el sueño y el desvelo sólo pudo escribir:

"Sí, quiero.
quiero despertarme mañana y reconocerme frente al espejo, mirando al futuro,
quiero tomarme un helado de dos bolas de nata y chocolate mientras paseo por la orilla,
quiero decir "quiero" muchas veces,
quiero encontrar París entre las calles antiguas de Madrid,
quiero enseñarte a bailar al mundo,
quiero verte caminar,
quiero aprender,
quiero saber dónde estarás,
quiero estar donde quieres que esté,
quiero que todo esté todavía por hacer,
quiero que seas tú el que me lo pida,
quiero que nuestros ojos brillen alegres,
quiero que tu corazón te diga dónde estoy,
quiero la mano que me gusta recordar,
quiero amor, amor y después amor. "

Sus ojos se fueron cerrando lentamente.
A la mañana siguiente no se acordaba de nada.

10/08/2009

Grita!





Hay momentos en los que no puedes evitar que una montaña rusa recorra tu estómago. 


Quiero subir hasta las nubes y volar libre
 donde el viento limpie mi rostro
y mis ojos vean con más claridad.


Hoy dijeron: 
"Cada vez que amas crees que va a ser para siempre. 
Pero en el fondo sabes que no."

One way



No quiero aceptar mi destino, quiero escogerlo.

Cualquier futuro
es una peligrosa
adivinanza.


Porque lo inevitable siempre sucede.
Y donde está tu corazón, está tu tesoro.


Es una locura
pero es mi locura. 


(Mario Benedetti)*

10/07/2009

Duele



Resulta que, si caminas por un alambre de espinos, o te caes o sangras.

Y de cualquier manera siempre duele.




Diluvia. 
Suena.
Entra y 
Me inunda. 

Parece que va a llover



Las paredes de su habitación se preguntaban dónde había ido; los objetos inmóviles de su cuarto, abandonados y cubiertos de polvo, perdían minuto a minuto el sentido de la utilidad que algún día tuvieron.
Fuera, la luz de una tarde grisácea de otoño intentaba penetrar en esas cuatro paredes. Buscaba.
Un inquieto y mudo viento serpenteaba por las calles de la ciudad jugando con las hojas que ya habían caído y se enrollaba en el pelo de un grupo de niñas que reían intentando evitar el lucir de los semáforos.

-Se ha marchado para siempre.- dijo el cuadro rojo colgado en la pared de la izquierda.
-Seguramente pero ¿Por qué? Aquí se está bien.
-No puede ser feliz aquí, encerrada. Desea volar con el viento, lejos.
Nadie se atrevía a pronunciarlo pero el espejo, con su desafiante objetivismo, saltó:
-Ella no está porque él se marchó.
Crujió la cerradura.
Entró en la habitación, tiró su abrigo sobre el sofá y cayó en la cama absorbida por la rutina....


...y por la falta tremenda que le hacía él.



Hoy llueve.
Y faltas tú.  

Colores



-¿Negro?
-Incluye todos los colores.
-Es triste.
-Es real.
-¿Me dejas pintar tu negro?
- .......
-Tengo un buen bote de pintura color "amanecer junto a ti" y una brocha tamaño infinito. ¿Cuánto quieres que pinte?
-........¡Píntame entera!

10/06/2009

Negro




El negro es un color (no-color) siempre perfecto de 12 en adelante.

Soy esa parte de sueño que se te escapa volando,
puedo espiar y respirarte desde este lado.
Con un torcer de dedos
contamino el aire que me falta y
despliego mis alas ampliando tu espacio.


Tímidamente escalas mis sábanas.
Y me pides que sueñe....
...y yo sueño

10/05/2009

Esperanza




"Una tarde de otoño paseaba una niña por el borde de un riachuelo. En un determinado punto en el que el río cambiaba su rumbo cientos de miles de salmonetes se quedaban atrapados entre las piedras y unas redes que pescadores habían colocado. Comenzó, uno a uno a intentar liberarlos de su prisión pero eran demasiados, y ella seguía.
De pronto se acercó un viejo a ella; la miraba inquieto intentar salvar a todos los peces. Uno por uno los tiraba de vuelta al río.

-¡Ay, ilusa!- dijo el viejo .- No pretenderás salvar a todos, ¿no? Hay demasiados....-
La niña no paró de liberarlos mientras que sonriendo dijo -Lo sé, pero puedo salvar éste, por ejemplo. -
Y lo devolvió a la corriente.
-Y éste también.- Y tiró otro al río.
-Y éste......

Si pierdes la esperanza, lo pierdes todo.


Espérame

9/30/2009

Desolación




Cogió un bidón de gasolina. Estaba amontonado sobre unas cajas a medio usar en la despensa trasera de la casa de campo, era gris.
La luz azulada que salía del fósforo mataba la oscuridad que se apoderaba de ella ese día.

Sobre el baúl vertió hasta la última gota del líquido y el fósforo cayó sobre él.

Me pregunto si así se soluciona la desolación.




Mi tiempo se ha vuelto
completamente subjetivo.

9/29/2009

Infinito



¿Dónde estarán los ochos al revés?







Lo bueno del infinito es que nunca sabes donde empieza, 
ni donde termina.





Amanecer



Sentada junto al borde del kilómetro tres de la carretera de la playa, vio amanecer.
Estrenando una nueva cicatriz que marcaba que antes de eso había existido.
Ardiente y latente.

Sola leía las formas que las nubes hacían mientras se peleaban con el sol por reinar aquella mañana.
Sola.
En cambio esa soledad quería estar acompañada.
Quería susurros en la boca.
Besos en los ojos.
Miradas en la nariz.
Pero le gustaba el silencio alborotado de los pájaros cantando.

9/28/2009

Valiente


-Ha crecido.
-¿Cómo?
-La cama. 
-¿Qué dices?
-Que la cama es más grande desde que te fuiste.


Nuestro él de siempre. La primera vez que la vio estaba tumbada en la playa, con un bañador a rayas, unas gafas de sol y un libro de Neruda en la mano.
No la miró directamente cuando se sentó unos metros a su derecha pero la sonrió en cuanto sus gestos se cruzaron.
Ella paseaba sus ojos cristalinos por el cuento que él escribía en su cabeza, como un animal exótico en una galería de arte.
La observaba. La temía.

Resultaba increíble verla nadar entre la gente, y cada vez odiaba más la sensación incomprensible de estar encaminado hacia la locura más grande de su vida, a un callejón sin salida.


Un día reunió todas sus agallas y le dijo: -Monta, que te llevo al sol.
Ella, pausada como siempre, sacó su mejor sonrisa y con un tono amable pero firme le contestó: -Te quemarás; quien juega con fuego se acaba quemando.
-No pensaba ir de día.
-Te quemarás igual.



9/27/2009

Destino


Y es que, si tiras de la cadena, todos los recuerdos se pierden sin destino.
Y cuando lo haces no hay vuelta atrás.
Y creas nuevos recuerdos.
Y vuelas con nuevas ilusiones que esperas que duren para siempre.
Aunque siempre, a veces, parezca mucho tiempo.







Olvidar es morir

9/24/2009

Sumando




Ella se muerde el labio inferior por la parte derecha, 
justo como sabe que le gusta a él.

Resulta que se aburrió de amar con la razón. Que ya no importaba lo que pensaran los demás si ella era libre, y amaba. 

-Y si llueve, ¿dormirías esta noche conmigo? - le preguntó.

-Espero que llueva todas las noches del resto de mis años.

Él ya no necesitaba estar dormido para soñarla.
Ella se hizo optimista. Sin vuelta atrás.

Aunque fuera lo más absurdo del mundo estaban allí, y el resto ya no importaba.


Me diste tu mano y:
-¡BUM!
Soy una rebelde sin causa.  


9/23/2009

Sonríe


Las sábanas se enredan entre sus pies mientras finas hileras de luz amarilleante la buscan.
Sonríe.
El olor a café recién hecho comienza a apoderarse de sus pulmones.
Sonríe.
El viento suave empieza a desordenar su pelo haciendo cosquillas en su frente.
Sonríe.
La melodía de su nueva vida suena de fondo, acompañándola.
Sonríe.


Y ya sabe que la vida es demasiado corta
como para no ser feliz.
Y sonríe. 





Me gusta leer pornografía.
En braille. 

9/22/2009

Diezmillonesmilquinientasyuna




¿Entiendes ahora por qué los piratas escondían sus tesoros?





Hace miles de años que las personas
buscan y encuentran.

9/20/2009

Quiero volar mientras tú me ordenas.




Aún no se ha rendido.

Ella es todos esos colores sin color con los que viste. Es una de esas complicadas melodías que suenan a través de unos auriculares ya un poco desgastados.
Es su favorito olor a mandarina.
Es una película en la que el amor nunca fallaba, una de esas viejas en blanco y negro.
Es horas y horas de palabras mezcladas con hojas y hojas de conversaciones.
Es un diario en el primer cajón de su mesa de estudio.
Ella es una tormenta a diez grados bajo cero, empapada hasta el cuello y bailando entre truenos y relámpagos, sin paraguas y sin miedo.
Es una mancha en su camisa preferida, pero que la divierte.
Ella es un tocadiscos cansado de tocar siempre la misma canción y un millón de sueños caprichosos que surgen sin sentido en una noche a ritmo de blues.
Ella es el recuerdo de los suspiros de las noches de placer que se perdieron.
Es un montón de cremalleras que no abren nada.

Ella es muchas cosas, o quizá ninguna. Sólo un montón de definiciones que nadie se ha puesto a buscar en el diccionario.
A veces la creen loca, otras lo afirman.


Pero no entienden que su mundo es cuadrado, 
que el cielo es de color marrón y 
pisa baldosas azuladas.


 No entienden que todo el mundo es adicto a alguna droga y que ella es adicta a la vida, adicta a la adrenalina del miedo, a las endorfinas de un beso y a todas las sustancias del no saber qué pasará.


Ella es pirata.

Decidió coger, manosear, ahogar y romper el tiempo. Chuparlo, besarlo morderlo y tirarlo.
Le dio por esnifar los minutos para ver cada segundo de un color diferente.
Lo manchó de recuerdos, sonrisas, cafés y paseos sin dejarle que pudiera con ella.
Para sentir que nada acabase hasta que ella decidiera que había acabado.


Porque no quería superar sus ganas
de comerse el mundo.






Dejadme decidir.
Dejadme ser.
Aunque no me entendáis.