2/28/2010

Elástica Galáctica


-Hace frío.
-Hace sol.
Parado en el umbral de la puerta, con el abrigo todavía puesto, la mira tumbada en la cama con el pelo alborotado y el maquillaje corrido.
-¡Baila conmigo!
-A las nueve de la mañana sólo sé bailar merengue. – le contesta ella.
La coge al vuelo y el equipo de música empieza a sonar.



Hay una gran diferencia entre una derrota y un fiasco.
(Elisabethtown)

Dibújame con letras en mi espalda.


Esta noche siento el corazón sudado y las manos de un color negro azabache como si me hallara tras una lucha interminable contra los billetes de tren de última hora.
No se si esperaban verme, si querían que fuera, pero todo se ha quedado allí: el barco, las maletas, las botellas..
Mi habitación, en el meollo de la ciudad, se ve rodeada por inmensos abetos que no dejan que mire por la ventana y siento cómo un ciego se muere en mi vecindad.
Alguien busca como viejo capitán de navío las huellas que tiene miedo a dejar marcadas, como si desconfiara de las estrellas…


¿Te has enamorado alguna vez? 
¿Horrible, verdad? 
Te hace tan vulnerable…
Te abre el pecho hasta tu corazón y 
eso significa que alguien puede entrar dentro de ti y liarla.
(Extrañas coincidencias)

2/26/2010

Dicen que la granada es el mejor antioxidante.




Con el spray color plata recién comprado escribió en letra grande sobre el lateral del puente:

"Los besos que saben más amargos son
los que huelen a ayer".
Apoyó el bote sobre la cornisa y se dejó caer. 





—¿Sabe por qué quiero hacer teatro?

—Realmente tengo muchísimo interés en saber por qué has venido aquí.

—Se lo voy a decir.  [...] 
—Así que quieres cambiar el mundo.

—Pues sí, me encantaría cambiar este puto mundo. Y creo que todavía se puede.


 (Noviembre)

2/25/2010

Por el café que le debo, Sr. Boneiro.




Uno de los personajes de la novela decidió vivir en un viejo cuchitril de Conil. Poco a poco todos se comenzaban a escapar.

Las casas de paredes blancas al borde del mar del Sur albergaban en invierno el frío viento que las golpeaba con las olas.
A las diez y cuarto de aquella noche, Jack, entró por la vieja y descolgada puerta del local que presumía de tener el único cartel de neón de todo el pueblo.
Se dirigió hacia una mesa en la que una Madame rodeada de cuatro señoritas bebía una copa de cognac y fumaba un Habano. Pagó por su placer.
Brigitte tenía la piel suave, la recorrió con su mano, y en su cadera izquierda el tatuaje de una rosa como las que él recordaba de sus viajes a París.
Jack comprendió que había perdido cualquier capacidad para enamorar a una mujer.
Cuando salió por la puerta de nuevo se puso su sombrero y caminó la calle entera hacia la playa como si de un autómata se tratase.
Conil brillaba apagado por el helador viento y la lluvia torrencial de febrero. Al llegar a la estación de autobús compró un ticket de vuelta a Madrid.
En su maleta sólo cargaba la ración de vacío que le hacía vagar por las vías de alquitrán. 



"Cada cual buscaba su revolución con su linternita"
(Luis Buñuel)

2/24/2010

El escorpión de Jade le cedió el puesto al Dilema del prisionero.


-Moira, ¿Qué te gusta?
-¿Que qué me gusta?
-Sí, eso, dime algo. Estoy perdido, no sé que hacer contigo.
- Ya te lo he dicho, soy la tía más sencilla del mundo, ¡me enamoro de todo! Me alimento de las personas, de las que me gustan, esas que dejan huella, que limitan sus preocupaciones a un triángulo equilátero de treinta centímetros de lado. Las que no están de paso, las que creen que pueden cambiar el mundo. Esas que bailan conmigo bajo la lluvia y dejan atrás el tiempo perdiendo la piel con una sonrisa perenne. Me gustan los locos, los que se mueren por vivir, los que tienen sangre en las venas y que me sorprenden una y otra vez. Me encandilan los que despiertan mi curiosidad más insana, los que tienen ganas de todo al mismo tiempo, los que te mantienen la mirada y eres capaz de ver en ella el brillo de su alma.
Esas personas me gustan, me gustan los que no se permiten hacerte daño, los que te meten la mano en el estómago y te agarran fuerte fuerte, los que parece que no tienen miedo a nada. Los que dicen las verdades a la cara, aunque duelan; los que no dan nada por perdido, los que si cierran una historia con un punto y final no vuelven a mirar hacia atrás, si no, que la hubieran dejado con puntos suspensivos…



La escritura es ¡puf! Magia. 
¿Nunca lo has sentido así? 
Cuando empecé a escribir descubrí 
que estaba haciendo algo más que 
contar una historia. La escritura es 
un arma y es más poderosa 
de lo que jamás podrá ser un puño.
(Huracán Carter)

2/23/2010

Hoy te abriré la puerta de mi Cadillac en el 7ºA.


Te propongo un trato:
¿Lo reducimos todo a la máxima simplicidad?
Puedes empezar a ser tú, y yo seré yo.
Y no tendré miedo, y no tendrás que tenerlo.
Pero no más.




La fuerza sin amor es energía gastada en vano.
(Albert Einstein)

2/22/2010

Reina a H5. Jaque Mate.


-Te enamorarías de mi. - le dijo Cati mientras se retiraba los anteojos color nácar dejando ver el rimmel corrido de la noche anterior.
-Lo sé, esa era la gracia
Álvaro siguió subiendo las escaleras del pabellón mientras sonreía. Sabía que había llegado el punto de que estallara una revolución: si seguía adelante, Cati entraría a destajo en su vida y removería cada una de sus entrañas dejando claro que a él también le olvidaría en los cuatro minutos de cortesía que solía otorgar; y si no, si no desperdiciaría la oportunidad de vivir en el límite que le ofrecía. 




A veces un minuto puede durar una hora, y sabes…
y otras veces una hora se esfuma como su fuera un minuto. 
Todo…todo es subjetivo, todo el mundo lo percibe de forma distinta. 
Por eso…por eso no puedes fiarte de los relojes. 
Habrás visto que aquí no tengo relojes, 
porque interfieren en nuestra capacidad para ajustar el tiempo…
para…adaptarse a nuestras necesidades. 
No seas esclavo del tiempo, amigo mío, porque no…no tiene sentido.
(Las reglas del juego)

¡Que ardan los cobardes!


Con ocho copas de Ribera del Duero recorría a las dos de la madrugada de un domingo Paseo de la Habana hacia arriba; el único sonido que era capaz de percibir era el de sus botines estrellándose contra el suelo y retumbando contra todas las paredes de las casas que la rodeaban y las aceras mojadas la acompañaban en sus zigzagueos nocturnos.
Venía de una reunión de actores.
Tras una ojeada al texto de más de tres horas pasaron a los destilados haciendo hincapié en historias de sexo y vida de cada uno. Al final sólo quedaron cinco: un director frustrado que odiaba la profesión que le daba de comer, dos nuevos integrantes de la compañía, una chica de diecinueve años que encandilaba con su sonrisa y un muchacho que asentía a todo cuanto decían.
Y ella afirmó, contó todas sus historias y batallas.
-Pero, lo que no entiendo es: ¿Cómo no se lo has dicho a Cos?
-Es fácil, me importa poco. Si me hubiese importado más hubiese hecho algo al respecto. 
La noche siguió y pudo encontrar una mano nueva que la rodease ese amanecer para no despertarse sola. ¡Ay! Alicia... ¿Cuándo dejarás que entren en tu mundo?



Para quedarte donde estás tienes que correr lo más rápido que puedas…
y si quieres ir a otro sitio, deberás correr, por lo menos, dos veces más rápido.
(Extrañas coincidencias)

2/21/2010

Beber de un sólo trago todo el mar.



-Sé que si te vas no vas a volver.
-Esto es un adiós, entonces. 
Se subió al avión con su billete de última hora y mirando por la ventana dejó Madrid mientras llovía.
Todo lo que quedó detrás lo hubiese cambiado por un pasaje sólo de ida a su mundo, por el brillo enigmático de su mirada.



Lo que nos ligaba nos desligaba; 
y por ese desligamiento 
nos reencontrábamos ligados 
en lo más profundo de nosotros.
(J.P. Sartre)

2/19/2010

I'm never less alone than when I'm alone.






-¿Ella? No tiene ningún peligro, es sólo una excéntrica. 
-¡Já! Pues a mi eso me acojona...
-No creo que le importe. 


 La tristeza es lo fácil, es rendirse. Yo prefiero bailar.



La excentricidad no es, como se suele pensar, una forma de locura. 
Habitualmente es una clase de orgullo inocente, tanto el genio como 
el aristócrata a menudo son recordados como excéntricos porque ambos 
actúan sin temor y no son influenciados por las opiniones y los caprichos de la muchedumbre.
(Edith Sitwell)

2/18/2010

Nunca dejes de jugar antes de que la reina diga Jaque Mate.


-¿Volveré a verte?
-Sólo si prometes volver a abrazarme.
Se dio la vuelta y bajó la calle en dirección hacia su portal. 
Lo que él no sabía era que a ella le gustaba cinco veces más de lo que pensaba admitir. 
Quizá fue por eso por lo que no se volvió a atrever a abrazarla.






No, yo no quería libertad. Quería únicamente una salida: 
a derecha, a izquierda, adonde fuera. No aspiraba a más. 
Aunque la salida fuese tan solo un engaño: 
como mi pretensión era pequeña, el engaño no sería mayor.
 ¡Avanzar, avanzar! Con tal de no detenerse con los brazos en alto, 
apretado contra las tablas de un cajón.
(Franz Kafka, Informe para una academia)

2/16/2010

Pasearé como todas las noches, aunque llueva.



Tengo un apetito voraz,
voy buscándome la vida mientras dejo señales.
Mis delirios me llevan al baile
mientras camino por el alambre.
No quiero ser quien no soy. 
Me gustan los pensamientos más complejos,
los sentimientos más fuertes,
las bebidas más corrosivas.
No esperes nada de mi,
porque haré lo que mi corazón me mande. 
Serán mías las drogas más poderosas,
y los venenos más lentos. 
Y si quieres tirarme desde un séptimo piso
sólo diré que amo volar. 
Soy la idea más insana,
no espero acertar siempre
y te cambiaré por un puñado de estrellas. 
No quiero ser igual,
no sé volar con los pies en el suelo.
Aquí me tienes, no seré la misma siempre.
No sé amar por la mitad y, tampoco,
vivir de mentira. 






La música es, después del silencio,
lo que más se acerca a expresar lo inexpresable.
(Aldous Huxley)

2/15/2010

El Mi sostenido del piano de Yann Tiersen.






El adoquín de la calle le hizo tropezar ayer por la noche y las casualidades de setenta mil personas le llevaron a encontrársela, por lo menos el puto Madrid había ganado.
 La vio de lejos y se dio cuenta de que ella seguía enfrascada en una conversación que le hacía caminar riéndose a carcajada limpia por la calle y que no fue hasta que su amiga  le dijo que él estaba cuando levantó la cabeza y le buscó. Le buscó y se encontró con que ya no le veía con sus ojos.
¡Zás! Un hola, dos besos y un adiós.
Se volteó para mirarla y ella continuó riéndose con sus amigos sin girarse en ningún momento mientras avanzaba a quemar la noche en algún garito cercano. Es que ella era Alicia, Alicia esperando a que la cogieran de la mano y bailaran con ella los días en los que la nieve había cuajado. Y él era un utópico, entusiasta benévolo cuyas ilusiones no eran más que sueños de perfecta esclavitud.



Yo sólo busco que me tiemblen las piernas.
(Pereza)

2/14/2010

¡Sonríe!


-Ven aquí, Idiota, y abrázame, que ya no quiero jugar más.
-¡Já! Y, ¿quién te ha dicho a ti que yo no hablaba en serio?
-Signalling.



La magia de librar batallas más allá de lo
humanamente soportable se basa en lo mágico
que resulta arriesgarlo todo por un sueño
 que nadie más alcanza a ver excepto tú.

(Million Dollar Baby)

2/13/2010

Tercera Ley de Newton: toda acción tiene una reacción.


Chivi estaba sentado en el asiento del copiloto del coche verde moco que recorría la carretera de La Coruña a 140 kilómetros por hora mientras sonaba Vetusta Morla de fondo. Llevaba unos pantalones anchos, unas zapatillas deportivas de plataforma, una camiseta tres tallas más grandes y el pelo en punta con mil litros de gomina encima.
-Lo importante es que seas libre aquí - dice mientras se señala la sien derecha.
- ¿Por qué no te quedaste en Australia? -
- Había lazos en España que me hicieron volver. Conocí a una hippie maravillosa allí pero aquí dejé algo que me tiraba mucho. No me gusta ser dependiente de nadie, aunque sé que algún día llegará alguien con la que quiera despertarme todas las mañanas y a la que querré ver todos los días. Y sé también que cuando me de cuenta la evitaré y la odiaré tanto que me querré alejar de ella, pero será imposible. 
El reloj de la farmacia que hacía esquina en la glorieta por la que pasaban marcaba menos dos grados bajo cero, por la ventanilla se veían paseando por la calle pocas personas, la mayoría con abrigos largos y bufandas que les tapaban toda la cara.
Cuando llegaron al portal de casa de Chivi se despidieron, los dos sabían que esa era la última vez que iban a verse.
- No tengas miedo. No se puede salir de una jaula sin saber que se está en ella. Ya tienes mucho ganado.
Dio un portazo y el coche volvió a la carretera perdiéndose por la primera bocacalle a la derecha.


No hay distancia sin destino.
(Zenttricc)

2/12/2010

Rapsodia de un cobarde.





-¿Tú también despierta, Chica del Corazón Grande?
Estaba sentada en la mecedora del salón leyendo, con el pijama puesto, sus gafas amarillas y encima un enorme jersey de cashmire que la envolvía entera; todo el resto estaba a oscuras salvo la esquina que alumbraba con una lámpara de pie.
-¿Te duele la pierna, Papá?
Eran las 4.33, no se escuchaba nada más que el viento que hacía retumbar los cristales del porche y ella le miraba anonadada a través de la puerta de la cocina mientras que él se preparaba una taza de té.
-¿Qué te preocupa, “pretty-woman”? – le preguntó cuando se sentó sobre el sofá color burdeos y puso su pierna escayolada sobre la mesita de enfrente, junto al té.
Ella se levantó de la mecedora y se movió hasta el lado derecho de su padre, dejando el libro de lado. Le miró enternecida y se acurrucó para que él pudiera abrazarla.
-"El idiota" de Dostoyevski, ¿eh? – tomó un sorbo de la taza de té y tras un silencio de tres minutos, mirando el cuadro grande que tenían en la pared opuesta continuó: - Lo he hecho bien contigo. Todavía me acuerdo cuando me pedías que te cantara e intentabas seguirme desafinando hasta morir; y mírate ahora, brillante.
-Papá, cuéntame un cuento, uno como los que me contabas cuando era pequeña y había fantasmas… - entonces, él, con su voz grave e intensa, empezó a hablarle de estrellas mientras que poco a poco ella cerraba los ojos sintiendo que su corazón se acompasaba.
-… A veces daría lo que fuera porque fueses más mediocre...
Apagó la luz y se quedaron dormidos en el viejo sofá burdeos. 


Lo que te hace sentir bien no te puede causar ningún daño.
(Janis Joplin)

2/10/2010

¡Contabilízame!







El pasillo en el que estoy sentada tiene las baldosas grisáceas y el café que sujeto en el vaso de plástico calienta mis manos mientras que siento el frío del suelo. Oigo ruidos a través de la puerta, son sillas que se mueven y zapatos de gente que no conozco. A través de la cristalera veo levantarse a dos chicas de sus mesas, recoger e irse.
Puedo sentir pasos acercándose desde lejos sin levantar la mirada del suelo, la puerta se ha abierto hace cuatro segundos y el vaho fresco de un aroma a hombre que reconozco hace que gire la cara. Él es mayor que yo, quizá tres o cuatro años más, tiene el pelo castaño y corto y ya no recuerdo bien cómo era su ropa. Pero me gustan sus ojos, otra vez vuelvo a caer en mi pozo sin fondo, la forma en la que me miraron y la manera con la que dejaron de mirarme pasando de largo.
Le doy un sorbo al café, que sigue ardiendo, y sigo pendiente de averiguar dónde se ha ido; probablemente la segunda puerta a la izquierda, reprografía. Me quedo sentada en la misma postura esperando a que vuelva por el pasillo.
Cuando regresa me vuelve a mirar, le tiemblan las manos y sus ojos ahora me fijan penetrándome; por el cristal puedo ver dónde se sienta.
Termino el café, me levanto y vuelvo a la sala de estudio. Miedo – pienso – eso rezuman sus ojos y sus manos y sus labios. En ese momento empieza a sacar sus cosas de la bolsa que lleva, extrae una libreta y con un bolígrafo que ya tenía en la repisa hace una anotación, arranca la hoja, la pone del revés y la deja encima de la mesa, en la esquina derecha.
Yo le miro desde la mesa de enfrente, no puedo dejar de observar cada movimiento que hace, me acobarda pensar que pueda enfilarme y darse cuenta de lo que estoy haciendo, me atrae. De pronto, viene la señora de la limpieza y empieza a revolotear entre todas las papeleras de la biblioteca, aprovecho para mirarle mejor, para imaginarme quién será.  Quien sabe, quizá es otro más, ó igual es en efecto el buen presentimiento que tengo.
Juego con mi mejor baza y en el momento en el que me vuelve a cruzar la mirada le dedico una sonrisa que él me devuelve. Se queda fijándome sin moverse y vuelvo a sumergirme en cuatro líneas de mi libro. Cuando levanto la cabeza otra vez él está mirándome. Me pregunto si ha estado así todo el tiempo que yo he leído.
Ahora se levanta de la silla, me hace un gesto y le sigo hasta la salida. Nos sentamos en el césped al lado de la puerta y hablamos durante más de un mes, y me cuenta que ha estado esquivando encontrarse consigo mismo los últimos seis años. Entonces, yo no puedo hacer otra cosa que decirle que me sustituyeron el corazón por un grano de arena pero le revelo que estoy pintando otra vez. Le pregunto si haría de modelo, me tienta a que le acompañe a encontrarse mientras que su voz se queda recelosa.
Caigo en la cuenta de que el tiempo se nos ha echado encima. Me levanto, él me desea suerte con mis cuadros y yo le digo que se quite la coraza.
Vuelvo a entrar y veo el papel que ha estado boca abajo en la mesa todo ese tiempo. Lo levanto y lo leo. “¿Necesidad o casualidad?”
Eso pone, nada más. 


Y para puta, ¿Alguna voluntaria?
(Amanece, que no es poco)

2/08/2010

Miss Rodeo Country ha sido besada.


Devuelvo, con su ticket y todo, conversaciones pedantes y aburridas por inmunidad diplomática para el país de la estupidez.




Oh, shalala.....calienta el sol! uoh oh oh
(Sr. Don. Enrique Llopis.)

Modo: omeabrazasyaoempiezoagritar.



-Ni soy tan egocéntrico ni tan insensible. Incluso tengo sentimientos, aunque estén desterrados en tu concepción. De hecho, tú también los tienes.
-Claro que los tengo y te equivocas si pienso que los destierro.
-Espero que sea cierto, o serás un monstruo. Te diré mi crítica: en las formas es perfecta, en las ideas hay cierto existencialismo de salón, exageración de los elementos dramáticos y una incesante y de poca credibilidad búsqueda de la felicidad. Porque no hablas desde la desesperación de alguien que no encuentra la felicidad o que la ha perdido para siempre, eso le daría fuerza.
-Si creyera haber perdido la felicidad para siempre no seguiría viva.
-Es sencillo, hay gente que si pierde un reloj su vida se acaba y hay otras personas en las que su vida no se acabaría ni con una hecatombe nuclear; y tú eres de esas, puede que te pase lo peor que le pueda pasar a alguien pero aún así encontrarías la felicidad. No niego que estés algo pirada, utilizaría trastornada pero se lo reservé a mi hermana cuando estaba bien, pero tu trastorno te hace inmune al mal y eso es bastante en estos tiempos que corren.
-Y tú, ¿Eres inmune?
-Yo soy yo, por así decirlo. Te veo bien, en el fondo, estás bien.
-Estar mal no sirve para nada.
-Para dar pena.
-Si consiguiera algo real dando pena, serviría para algo.
-Eso no es tan fácil verlo, por lo menos para el ciudadano medio.
-No creo que te importe lo que vea el ciudadano medio, ni que quieras jugar con ello. Tú lo ves.
-Me preocupa mucho. Pero, querida, tú no quieres hablar de eso. Es posible que no quieras más que enredarme en un sinfín de adornos filosóficos pero detrás de todo eso estás tú, y delante yo, que somos seres sensibles con capacidades sentimentales. Máquinas de vivir. Intenta comportarte de una manera natural y ganarás enteros con el mundo, yo intentaré comportarme de una manera menos natural.
-¿Y a qué llevará todo eso?
-A la verdad o a la realidad.




Toda historia tiene un final feliz,
sólo hay que saber cuándo hay que parar de contarla. 
(The Sandman)

2/07/2010

Ecuaciones indefinidas.


-Shh, calla. Calla, que no lo entiendes.
-¿Yo? ¿Entender? ¿Qué tengo que entender? Ya te dije que te haría daño...
-¿Ves? No lo entiendes, sigues sin entender ni una pizca de todo lo que me has oído hacer y visto hablar.
Cállate un rato, que tus escudos ya no valen nada, cobarde.  Porque, en el fondo, sabes que sé, aunque no contestaras  la pregunta cuando la hice, que para ti yo soy la china dentro de tu zapato.



Alicia: ¡Sí ahí está! Tengo que pasar.
Picaporte: No, tú eres demasiado grande. Impasable.
Alicia: Dirá usted imposible.
Picaporte: No, impasable. Nada es imposible.
(Lewis Carroll, Alicia en el país de las Maravillas)

2/06/2010

Efecto post-reclusión: los nocturnos de Debussy.


Paseaba distraída por la galería, de vez en cuando se sentaba sobre algún banco ante uno de los cuadros y se quedaba impávida, con las piernas cruzadas. Llevaba el pelo recogido en una especie de moño y su aspecto desaliñado pero encantador hacía ver los dulces rasgos de su cara. 
-Chica, es tu tercer día aquí, vamos a empezar a creer que estás planeando un robo. - le dijo el vigilante de la puerta cuando sonó el timbre de cierre y ella se dirigió a la salida. El tipo era un hombre canoso, de unos sesenta años, con buen aspecto y bastante entrañable; de esos abuelos abrazables. 
-Sería una buena idea Alfred, hasta mañana. - y la chica de las gafas amarillas salió paseando por la Castellana para arriba. Esa noche hacía un viento helador. 

****

-¿Perdona, me puedes decir dónde están los servicios?- le preguntó un chico moreno. 
-Lo siento, no trabajo aquí, no lo sé. 
-Ah, perdón, como el otro día vine con mi madre y te vi en este mismo banco pensé que eras de aquí.
-No te preocupes - y ella siguió con la mirada perdida, haciendo que estaba presente y girada hacia él pero inmersa en su vacío. 
Él se giró y fue a preguntarle a uno de los guardias sentado en la esquina. De pronto, cuando ya iba hacia el baño se dio la vuelta y volvió a preguntarle a la chica del moño: -Esto...perdona si te molesto, pero... ¿Vienes todos los días?
Ella se rió, acababa de sonar el timbre, se levantó, se puso el abrigo y los zapatos otra vez y le hizo un gesto afirmativo con la cabeza. 

****

Las siguientes dos semanas las pasaron juntos en el banco central de la galería, a veces paseaban, otras se paraban cuando ella frenaba en seco ante algún cuadro. Ni siquiera se dirigían la palabra, ella estaba allí, con su mirada ausente y él, él estaba totalmente enganchado a esas tardes. 
Cuando sonó el timbre aquella noche estaba lloviendo a cántaros y tras pasar el control de policía le preguntó si quería que la llevara a casa. 
-Iré caminando, gracias. - le contestó ella con su sonrisa. 
Se giró y le miró, él pudo ver que era la primera vez que ella estaba presente. -Supongo que esto es una despedida. 
-Te encanta dejarme con sed de ti. - le dijo él. 
La chica del moño y la sonrisa se giró con su gabardina a cuestas y empezó a caminar por la acera derecha de los árboles. Él la vio desaparecer. 

****

A la tarde siguiente, Edu llegó a la galería a la misma hora que todos los días. Cerrado. En la puerta un cartel enorme que ponía: "La próxima exposición dará comienzo el 13 de Marzo". 
A ella, nunca más la volvió a ver. 



Así es la vida, cosida a base de trenes perdidos y estaciones vacías. 

2/01/2010

Reclusión: día 9.


- Pero muchacha, ¡Espabila! Que no, que la gente no es toda buena de por sí. Que pareces tonta, que te machacan y te machacan y sigues ahí, incapaz de enfadarte, intentando disculpar a todo el mundo.
-No me enfado porque no me importa.
-¡Ja! ¡Y un cuerno! A mi no me la clavas Princesa...  Nada de lo que ocurre se olvida jamás, sólo que dejas de recordarlo, y tú tienes una memoria extraordinariamente a corto plazo. La tuya es una sonrisa preciosa, pero haces reír a los demás para tú no deprimirte. 
-Dolor, dolor, dolor, dolor, dolor, dolor, dolooooooor. ¿Ves? Cuando repites muchas veces una palabra deja de tener sentido. 
-O sea, ¿De verdad eres lo que pareces?
-No. 
-Vaya, qué interesante. Entonces, ¿Qué eres? ¿Qué haces aquí? ¿Eres propietaria del Círculo Polar, o algo por el estilo?



Eso dímelo tú.
¿Qué dicen mis ojos?



¿Sabes que ocurre cuando sueñas que caes? 
A veces despiertas. Otras, la caída te mata; 
y en ocasiones vuelas.
(The Sandman)