8/21/2010

(Ñ) de España o de Ñoño


Alicia se ha calzado unas deportivas y se ha echado a la calle en pleno mes de Agosto. 
Si hubiese tenido una oportunidad la habría podido dejar resbalar lentamente entre los largos surcos de sus tobillos. 
Se fija en las líneas que forman las nubes grisáceas en un cielo que invoca a la noche del verano. Sube a través de una callejuela estrecha con las casas pintadas de blanco y madera sin lijar en las puertas.
¿Habrá tiempo para todo? 
Se agacha lentamente a abrocharse el cordón que se había soltado un par de portales más atrás y encuentra en el suelo un pedazo de vidrio verde. El miedo de las decisiones que condicionan, la inevitabilidad de las bajadas sin freno de mano. Lo coge entre su índice y su pulgar y en un leve movimiento de torpeza siente cómo atraviesa su dedo naciendo una raja que comienza a sangrar. Se mira la mano, inmóvil, y ve cómo caen las gotas al suelo, entre sus zapatillas nuevas, creando una especie de charco que la ata a la tierra de una manera que nunca antes había bailado.
Pero es siempre ella, lo imprevisible vestido en un traje de volantes con el pelo suelto para chocar contra el viento.
Sonríe, chupa su sangre y vuelve a echar a correr. 





La abeja y la avispa liban las mismas flores, pero no logran la misma miel.
(Joseph Joubert)

7 comentarios:

  1. Siempre hay algo que te sorprende durante el día...como le pasa a Alicia

    No dejan indiferentes tus relatos...me encantan, están rodeados de esa pizca de magia que hace de un texto algo para saborear lentamente.

    gracias

    un beso

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  2. La loquita de Alice esperando por ti... ojala no desaparezcas. Alice q imprevisible tu vida.

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  3. es la primera vez que me paso gracias a otro blog !
    muy bonito entrada, te sigo :)! un abrazo !
    pásate por el mio si quieres

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