1/31/2010

Reclusión: día 7.


Le devolvió la sonoridad del vacío. Le regaló el eco de una de sus sonrisas.
Y es que entendió que lo que no está roto, no se puede arreglar. 


Su locura....su locura le mantiene cuerdo.
(Neil Gaiman)

1/29/2010

Reclusión: día 6.


Si te abraza un corazón demasiado grande como para envenenarlo déjalo ir, deja que se marche lejos. Porque no te pertenece. Porque el tuyo, viejo y raído,  sólo sabrá dañarlo y robarás algo de lo que tú mismo ya renunciaste. 
Y si te ahogas, muchacho, muere sabiendo que te dirigías a la playa. 




Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; 
pero como no es, no es. Es cuestión de lógica.
Y cuando acabes de hablar, por favor...cállate!
(Alicia en el país de las Maravillas, Lewis Carroll)



1/26/2010

Reclusión: día 4. (II)


Llega cinco minutos antes, entra en la cafetería y se sienta en la mesa de la esquina, la que está justo al fondo y que tiene arriba una fotografía de unos caballos corriendo en blanco y negro.
Se le acerca una camarera y le sonríe preguntándole qué va a tomar.
-Un café con leche, por favor- le dice él sin casi mirarla.
Ella es realmente bonita, lleva una falda negra y una blusa color nácar con una cola de caballo que deja ver toda su espléndida sonrisa.
-¿Nada para comer?- le pregunta fijándose en cada uno de los hoyuelos del chico que tiene delante.
-No, muchas gracias- y gira la cabeza de la cristalera por la que había estado mirando hasta entonces y la sonríe. Dara le devuelve la sonrisa. Así es como se llama, Dara, o eso es lo que pone en la chapa que lleva en el lado izquierdo de su pecho.
Se da la vuelta y se marcha hacia la barra a preparar el café.
Adrián vuelve a mirar por el ventanal y tras varios minutos intentando vislumbrar a Mónica por fin ve aparcar un coche en la acera de enfrente. Es ella.
Mónica lleva un gorro a colores y unos leggins negros con unas botines de cremallera; se abriga con una gabardina beige y un foulard de flores. Se quita las gafas de sol y cruza la calle distraída, como siempre.
Es un volcán, es fuego. No mira, ni se fija, sigue cantando “Bruises” que era lo que tenía puesto en el coche antes de bajarse, y tiene la punta de la nariz colorada del viento que le acaba de soplar.
Abre la puerta y él ya la estaba esperando a menos de dos pasos.
La abraza.
Van a la mesa y Mónica le roba el café, Adrián hace un gesto con la mano para que les traigan otro.
-Monipenny, dime qué hago.- le dice cogiéndole una mano.
-Dejar de quererla y venirte conmigo.-le contesta ella riéndose.
Él la mira y se ríe. –No volvería con una loca como tú ni por todo el oro del mundo.
-Mientes, boludo.- y le guiña el ojo.
-Como un bellaco, boluda. 
Llega el otro café y cambian de tema. 

Reclusión: día 4.





Abandono mi sombra autodidacta y un poco caprichosa. 
Hoy tengo una silueta constructiva y adaptable a las necesidades del momento. 



-"Sabes lo que te pasa?. No tienes valor. Tienes miedo!. 
Miedo de enfrentarte contigo misma y decir: está bien, 
la vida es una realidad .Las personas se pertenecen 
las unas a las otras porque es la única forma de conseguir
 la verdadera felicidad. Tú te consideras un espíritu libre, 
un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda 
meterte en una jaula. Bueno nena! Ya estás en una jaula.
 Tú misma la has construido, y en ella seguirás vayas a 
donde vayas porque no importa a donde huyas, 
siempre acabarás tropezando contigo misma".
(Desayuno con Diamantes)

1/25/2010

Reclusión: día 3.


Suena el telefonillo y abre sin preguntar quién es.
-¿Estás sola? - le dice entrando por la puerta que ella había dejado entornada.
-¿Qué parte del juego es esta? - pregunta mientras toma un sorbo de su coca-cola.
- La parte en la que me tumbo en tu sofá, te hablo un rato, tú escuchas, no eres tú, no soy yo, te abrazo, me pides que me quede y dormimos juntos. 




Lo máximo que podías esperar de la perfección era un instante.
(Chuck Palahniuk - El club de la lucha.)

1/24/2010

Reclusión: día 2.


Pipi hizo ceder a Chuck Berry su puesto de honor esta mañana y Bach sonó con fuerza mientras el cello hacía retumbar cada una de las paredes del cuarto de la jaima.
-Buenos días princesa. - le dijo a las ocho y un minuto.
-Abrázame, Pipi. 
Bajaron las escaleras, tampoco había churros con chocolate para desayunar.
-Buenos días, Papá. - le miró como si llevara más de un mes sin aparecer por casa. Él llevaba una de las camisetas de pijama que le pintaba todos los años su hija mayor y ella corrió a sus brazos nada más verle.
-Chica del corazón grande, ¿Atún con mayonesa?
-¿Qué tal patines en el Retiro y un poco de Goya?- le contestó sentada en su regazo.
- Sólo si me prometes dejar de castigarte.
Ella le prometió sonreír y él quedarse en casa cinco días seguidos.


Yo no puedo callar cuando el corazón me da gritos.
(Fiódor Dostoievski)

1/23/2010

Reclusión: día 1.



Lo bueno de los ególatras es que se aman tanto que no necesitan a nadie más que les ame.






Lo dulce no sería tan dulce
si no existiese lo amargo. 
(Vanilla sky)

1/21/2010

Te he dejado de llorar.




Me han visto bailar como si nadie me viese.

He vuelto a coger mi moto esta mañana. Llevaba más de un mes sin arrancarla.
Me he puesto la chupa, la bufanda, los guantes y el casco; me he montado y he arrancado; he girado el acelerador y el subidón de las ocho de la mañana me ha calado hasta el hígado.
En menos de tres milésimas de segundo, la sensación de dejar atrás un ciclo y mil recuerdos ha conseguido liberar mis pulmones y dejarme llorar.
Habían sido espirales cargadas de intenciones preparadas para la ocasión.
¡PAM! He oído a mis tacones pegarse contra el alquitrán, ¡PAM!
No te había dejado marchar porque volvías cada cierto tiempo, cuando el vacío pareciera aplastarme, condenarme a tu presencia.
No eres tú, ni tu mirada, ni tus labios, ni tu aroma.... era yo. No te habías ido porque yo no te había dejado marchar.
¡PAM! El ruido del acelerador poniéndome a 140km/h ¡PAM!
Tras verte y abrazarte sentir vacío. Notar que todo lo que un día me importó y me dolió ya no está presente.
He llorado. He llorado durante 25 minutos seguidos mientras se empañaba la visera de mi casco. Lo he hecho al darme cuenta de que me has devuelto todo lo que te llevaste contigo y que no era tuyo.
¡PAM! Un guiño al camionero de mi izquierda, ¡PAM!
Mañana operarán a Clara; me han dicho que le tienen que abrir la cabeza hasta llegar al hipotálamo y que yo puedo denunciarles por mala praxis pero que estoy limpia, que todo mi problema reside en ser autoinmune. Alucinante.
¡PAM! Abrir la visera del casco y respirar los 5º grados de la Casa de Campo al alba, ¡PAM!
Esta noche voy a creer en algo real de nuevo y voy a poder volver a dormir más de seis horas seguidas sin despertarme.
Vaciar la papelera. Ironizar y frivolizar. Porque ya me has permitido hacerlo. Porque me he permitido hacerlo.
Los desastres existen, han estado. Mientras que el tiempo que lo sabía todo ha ido pasando no me ha quedado otro remedio que ir siendo un cúmulo de accidentes.
¡PAM! Mis pies siguen el ritmo del sueño que perdí y he recuperado ¡PAM!



Es cierto que a largo plazo el ciclo resolverá el problema.
Pero, a largo plazo, todos estaremos muertos.
(Keynes)

1/20/2010

Mi madre me ha llamado frívola esta mañana. Pretendía que me lo tomara como un insulto.


-¿Quieres salir conmigo, Cati? - dijo Álvaro cuando terminaron el polvo que llevaban dos semanas esperando.
-No, querido...
-Y entonces, ¿qué quieres de mi?
-Pues exactamente lo que tengo contigo.
Entonces ella se levantó de la cama y se marchó a la cocina a preparar café.
-Nunca te diré que te quiero si es lo que esperas de mi. Ni tampoco te escribiré por las noches los días que no duermas conmigo. Ni tendrás noticias mías todos los días. - gritó mientras servía el desayuno.
-¿Quieres decirme que no soy más que un perrito al que llamar cuando quieres compañía? - y su tono se volviò cada vez màs impaciente.
-Te equivocas. Si quisiera eso no estarías preguntándomelo.
-...
-Me importas.Y si lo que te preocupa es saber si hay alguien más, la respuesta es no.
-Entonces, ¿Por qué no quieres salir conmigo?
-¿No te vale con saber que no me acuesto con otros?

1/19/2010

Tuesday's tea time


-You are just not what the people who cares about you expect you to be, sweetie.
-I'm a cat Dilys, that's what I'm. 

Deja de intentar convertirme en lo que tú quieres que sea.
Yo soy yo. Y no quiero ser tú. Ni como tú.
No dejaré nunca de pensar que los callos no son un manjar ni de odiar a los fans de Paulo Coelho.
Soy abstracta, independiente. No concreto y no me gusta que me concreten, ni que se metan en mis cosas, que siempre las tengo bastante bien ubicadas.
Tengo una amiga que no me entiende y que le saca de quicio que no sea como el resto del mundo, que  a veces es extremadamente entrometida e inoportuna pero que me quiere, y yo a ella.
Si bebo, bebo ron a palo seco; y cuando lo hago hablo de lo que me ha importado y de lo que no quiero olvidar, porque soy de esas que cree que nuestro pasado nos hace ser personas.
Muevo las piernas constantemente debajo de la mesa cuando estoy en clase y por eso tiendo a descalzarme en cualquier sitio y adoptar la posición del loto. Me da claustrofobia la gente  que dice: "soy así, qué le vamos a hacer" porque luego todos se hurgan la nariz en los semáforos.
Leo mucho, me gusta leer. De vez en cuando, entre esos libros aburridos, encuentro uno que me leo 10 o 15 veces. Nací la mayor de cuatro chicas y un chico que se dedica a intentar tomarnos el pelo. Isabel, la que me sigue, ha sacado las mismas notas que yo en el colegio, está igual de alta y toca la flauta travesera.
No soporto el ruido del teléfono, me enerva, por eso tengo siempre el móvil en silencio. Y si no contesto no es porque me haya muerto, es porque no le presto atención.
Me da ganas de vomitar el telefilm de los domingos por la tarde de "chica maltratada sale adelante gracias al amor y al coraje" y para mi las palomas son todas ratas con alas.
Tampoco me gusta hablar por teléfono. También soy trilingüe, carnívora, y tengo la piel atópica, y eso hace que me embadurne de crema todas las noches.
Respeto poco a la gente que se traga bodrios en la tele sólo "porque no hay otra cosa" y mucho menos a los que escupen por la calle.
Quiero ir a Nepal, a Cabo Verde, a Moscú, a Japón y a Melbourne. Quiero volver a Londres y quedarme allí, con el hindú del puesto de kebab de Camden Town, que ya es mi amigo.
Me rechina los dientes el humor escatológico y más el concepto de que si alguien te importa tienes que decirle que "le quieres".
He hecho una apuesta con mi padre y tengo que aprender a tocar la guitarra como Jimi Hendrix antes de que él muera para poder heredar sus Gibson y su Fender. Estuve en coma y le cogí fobia a los hospitales; por eso ahora que tengo que encerrarme en uno una vez a la semana porque mis hormonas se han vuelto locas me entra el miedito.
Soy sinestésica: las notas, los números y las letras tienen colores. Y si me pinto las uñas serán siempre las de los pies y de color morado, Chanel. Porque me lo regalaron y no pienso comprarme un pintauñas en mi vida.
Repudio a las parejas que hablan en primera persona del plural y el concepto de novios que intenta apoderarse de una persona.
Guille es mi amigo gay, pero que no es gay. Sólo hace las veces.
Pinto por temporadas, ahora mi madre me ha pedido un cuadro para una amiga, así que tendrá que tocarme otra vez; pero quiere un carboncillo y todavía no ha entendido que sólo he hecho uno bueno en mi vida y que veo difícil que se pueda volver a repetir.
En el fondo me encantaría dar clases de baile y vivir en una casa en Lavapiés, pero no es familiarmente correcto. Adoro la Economía desde que me hicieron adorarla. Y ahora tengo otra apuesta con mi padre por la que tengo que sacar cuatro matrículas este año, menos mal que en el segundo cuatrimestre me he matriculado de ocho asignaturas.
Odio las nocheviejas, las despedidas de soltero y la certeza de que Sheldon Cooper no existe en el mundo real...
Me enamoré de un chico que acabó tirándose por un segundo piso. Y luego salí con otros dos que acabaron en el psiquiatra. Es curioso, siempre les he dejado yo.
Me empalaga el dulcísimo sabor del chocolate blanco y que la gente lo llame así, porque eso no es chocolate.
Ahora estoy liada un chico que se parece bastante a mi y que cree que me entiende porque tiene en su ser todos los adjetivos calificativos que empiezan por la raíz "ego-".
Tengo una perra que la confunden con Pancho el de la lotería pero que se llama Juana, va dejando pelos por todas partes. Aún así, un día me puse a buscar dentro de mi cama, que es donde duerme, y no encontré ni uno solo.
Me gusta reírme y gritar y odio el sentimentalismo asqueroso de las parejas que van dadas de la mano por la calle y no hacen más que darse besos y llamarse cosas estúpidas como "cuquito", "mi vidita" y "cariñito".


Soy bastante gato pero soy de las que muerde, no araño.







I do also have ruins
only not duzzled
but distant blind,
dregs of words,
vestiges of bitterness. 

Idiota



He decidido colgar las zapatillas de huir deprisa.
Ondear una bandera blanca, en pie de paz, cansada de pasar veinticuatro horas a la defensiva convencida de que las emociones son armas de doble filo.
Voy a permitirme llorar, llorar todo lo que no lloré cuando tendría que haberlo hecho.
Ser humana.
Por lo menos me sirvió para darme cuenta de que lo único que necesitaba era sacar coraje y asumirlo.
Pasar página.
La putada es saber que entre la 1.13 y la 1.15  me podría haber acostumbrado a tu olor.
Y a tus abrazos, a tus abrazos también.



1/18/2010

Renovarse o morir, querida.



Quiero un orgasmo* que me diga que vivo
y levante mis pies del suelo de Madrid.





En los círculos correctos
alimento los diálogos convenientes
con una verdad enmascarada
 que nadie advierte
por la torpeza de no ver más allá
del dedo con el que apunto. 


*(Orgasmo sin acepción sexual, esta vez)

¡Pim! ¡Pam! ¡Pum! Bocadillo de atún.


-Me encanta verte bailar. Sin vergüenza, tú sola, con una sonrisa que encandila.
- Baila conmigo, entonces.
-Clara, los dos sabemos que cuando bailas nada te importa, que vuelves a estar vacía, que nadie te preocupa, que te ríes del mundo. Son muchos años. Muchos años viéndote actuar a tu antojo.  Y sabes que llevas todos esos años encantándome. 


Hoy calló en unos nuevos ojos en los que no se había fijado. Eran verdes, y grandes.
Le debieron sentar bien las cuatro copas de vino y los tres rones a palo seco que se tomó en el concierto de la noche anterior, el doctor dijo que desintoxicarse la vendría bien.
Esta vez era una sala pequeña, de concierto, y el sonido de aquel grupo taladraba las paredes del tugurio de forma intempestiva.
Ella tenía ya más noches que la luna y su forma de hacerse la tonta era sublime porque le gustaba pescar, mojarse los pies y no utilizar repelente de insectos sabiendo que le picarían, porque no tenía miedo. Lo abandonó en el momento en el que olvidó el concepto de la palabra "precavida" como también lo había hecho con el de la palabra "sufrimiento" tras un soporífero intento hipnótico. Porque los precavidos tienden a medir todo, y la felicidad no se puede medir.
La agarraron del brazo y la sacaron de allí sin entender absolutamente nada.
En fin, esa noche terminó con el alba, un domingo de biblioteca y sonrisas dispares.
Y él, él durmió solo. Y a ella la perdió no por eso, si no por cobarde.





Lo implícito se quedó
en los cuatro minutos
que prometió que tardaría
en dejar de gustarle. 

y a otra cosa, mariposa, 

1/15/2010

Precios, salarios y beneficios



Salió del coche y corrió por el verde como si algo la empujara hacia algún lugar.
Llevaba ya dos días con un vuelco en el pecho que no podía controlar. La sensación de vacío y necesidad de escape se hacía poco a poco más insoportable, el nudo en el estómago le recordaba en cada uno de sus minutos la necesidad de vomitar todo lo que había tragado.
Mentiras, algunas piadosas, locuras, lapiceros sin punta, balcones de Julieta, risas falsas, ranas que nunca fueron príncipes, lunas vacías, guitarras eléctricas desafinadas, polígonos irregulares, palabras impronunciables y hasta resquicios de historias que no había vivido.
Y ahora sólo quería pararse y gritar, gritar para que todo el mundo se enterara de que ella también sentía.
Quería llorar y correr y que después la abrazasen y se quedasen con ella, hasta que su corazón volviese a recuperar su ritmo pausado.
Había cogido la lupa encerrada en el último cajón de su secreter y no podía parar de buscar: quería más, y más, y más...
Y eso la hacía tan vulnerable que estaba acojonada.

1/14/2010

Un tinto, un mojito o cuatro chupitos de tequila.



Es una calibre 23 cargada de balas de de todo:
lluvia, odio, sexo, amor, paseos por líneas discontinuas, nubes de golosina y retazos de telas de carnaval.
He guardado todos los chalecos antibalas del país en el maletero de mi Jeep.
¿Te habías dado cuenta de lo fácil que es empuñar una pistola?
He decidido dispararte: ¡Pum! ¡Bang! ¡Pum!
Y no hay ninguna forma de que lo evites.

Ahora, ven, anda, mírame a los ojos y te cuento por qué te escribo.

1/12/2010

Del veinte de enero a mañana a las 6.



Nunca habrá nadie que lleve una camiseta en la que ponga

"I LIKE NY"



Este es el precio de ser incomprendido, pensó.
Te llaman diablo o te llaman dios.

Juan Salvador Gaviota, Richard Bach.

1/09/2010

Mi rincón favorito de Madrid está en Nueva York.



Esta vez era la esquina de un pequeño bar, al fondo, a la derecha, donde estaban hablando. La música no estaba especialmente alta, sonaba algo de lo que se sabía la mitad de la letra y detrás suyo justo había una fotografía en blanco y negro de un saxofonista de color en la que ya se había fijado.
A su lado la típica barra de madera donde se apoyaban aglomeradas veinte o treinta copas semiterminadas y una barandilla en la que se medio sentaba.
- Ir a tu cama sólo sería por ti. Tú eres guapa, tú vives, tú bailas, al margen de que ya me haya tumbado en ella y sea cómoda - dijo Nacho sin venir a cuento. - Tú hablas,  y cuando lo haces es interesante. 
Lucía se rió cínica y contestó: -La almohada también tiene conversación 

Nacho la miró darse la vuelta y volver a bailar con sus amigas.

Y es que lo malo de hablar con la almohada es que siempre te da la razón.



"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, 
y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, 
mientras sigo a la gente que me interesa, 
porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, 
loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, 
la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, 
arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas". Jack Kerouac.

1/08/2010

Y esto es también sólo una manera de decir lo indecible.



¿No será que lo que les pasa a los tartamudos es que tienen frío?




Tengo una guitarra que suena
como un instrumento de aire, 
que no de viento, ojo.  

1/02/2010

Es un pino escandinavo haciendo las veces de roble irlandés.



A Lola le dijeron que a cincuenta metros todo sabía mejor.

Sentada en el borde del banco, justo en medio de la sala, miraba ausente hacia uno de sus Rothkos favoritos. No entrecruzaba las piernas porque lo tenía prohibido, alguno de sus médicos se lo recomendó en una de sus primeras visitas, pero las dejaba laxas apoyando sólo los cantos de los zapatos en el suelo. Llevaba zapatos negros, de charol.

Pensaba en los molinos, en todos los que se encontraba por los pueblos de Soria cada vez que se escapaba de Madrid. Sabía que estaban condicionados por el viento, que cambian de dirección siempre que es necesario.

Salió de la galería y se paró en el último escalón, dejando atrás otros cuatro, y saltó.

Seguía con urgencias, urgencias de tarde de cine y abrazos en el sofá.



Y ya sólo quería salir de ahí, y desaparecer otra temporada.



Mi pluma Lamy no pinta. 
Está atravesada entre la tercera
y la cuarta costilla.