1/01/2013

Hablemos de espacio en lugar de tiempo






A veces le gustaría vivir hace sesenta años. Y sentarse en el café de la estación de trenes y poder oirlos partir, soltando humo y avisando el largo viaje que quedaba por delante.
No sabía exactamente si observar desde la estación sería suficiente o si, en un intento ahogado, correría en el último minuto para intentar cazar el aliento de la nueva partida. Al fin y al cabo el ser humano está un poco hecho así, demasiado asustado para cambiar pero lo suficientemente consciente como para saber que si se queda tendrá que luchar todavía más fuerte para que la ola no le sumerja. Mientras tanto resulta sencillo anclarse a alguna mentira social sensiblona, abandonar el derecho a vivir y mecerse al compás de la energía que los otros proyecten, chupando lo necesario para vegetar.
-Venga, - le dijo Jack – es hora de irnos o no vamos a llegar a cenar. Hoy el tiempo sí que no perdona.
Como si las campanadas fueran lo único que marcase realmente una contrarreloj, tenía que estar perfecta para la cena de esa noche. Jen cortó su mirada perdida y la levantó hacia él. Su tez nacarada perfecta y su moño rubio enredado creando una exacta caracola le hicieron una vez más rendirse ante ella. La abrazó con ternura, como si la estuviese salvando de un abismo que sólo para él existía y dejaron la estación, lo que ella no sabía es que el viaje ya tenía fecha. 




I think you're really too perfect to live in this world. I mean, all the beautifully furnished rooms, carefully designed interiors, everything's so controlled. There wasn't any room for any real feelings. None, between any of us.
(Interiors)