4/29/2011

Por el caminito de vuelta.



Resulta que no los he perdido, a ninguno de ellos. Pero lo mejor que se puede hacer cuando sólo tienes palabras viejas es esperar a que alguien diga algo nuevo.
Esta historia no trata sobre eso. Es sobre el día en el que me di cuenta que admitir que no somos héroes significa que el ayer no va a volver.
Ponte detrás de otros ojos. Quizá te gusta lo que veas. Si no te gusta, supongo que lo mejor que puede haber pasado es que no hayas bloqueado muchos túneles.


Hay muchas formas de definir nuestra frágil existencia, muchas formas de dotarla de significado, pero son nuestros recuerdos los que moldean su propósito y la sitúan en su contexto. Es en este surtido privado de imágenes, miedos, amores, arrepentimientos en el que solo nosotros escogemos la importancia de cada cual, fabricando nuestra propia y única historia recuerdo a recuerdo con la esperanza de que aquellos que escojamos recordar, no nos atrapen. Ya que es una cruel ironía de la vida que estemos destinados a congraciar la oscuridad con la luz, el bien con el mal. Eso es lo que nos distingue, lo que nos hace humanos y en el fondo es aquella que debemos luchar por conservar.
(Héroes)

4/06/2011

Semáforos leptocúrticos.



Le habían llamado tantas veces guapo que el chico ya casi no escuchaba cuando se lo decían, hacía oídos sordos tapándose con gorros de lana tejidos en mares del norte y agarraba a su chica más fuerte de la cintura. Se había pensado que era porque sabía que ella era de las que les gustaba romper ventanas a cabezazos y que cada trocito salpicase dejando una raya de polvo de estrellas que esnifar.



Tengo una tía que cuando te sirve cualquier cosa te dice "dime cuando"; mi tía decía dime cuando... y nosotros no lo decíamos; no decíamos cuando por que siempre existe la posibilidad de que haya más, más tequila, más amor... más de lo que sea... más es mejor.
Hay mucho que decir sobre el vaso medio lleno, sobre saber decir cuando, creo que es una línea borrosa un barómetro de necesidad y deseo; depende por completo del individuo y depende de lo que te estén sirviendo. A veces solo queremos probarlo, otras veces no hay suficiente... el vaso no tiene fondo y lo único que queremos es más.
(Grey´s anatomy)

4/04/2011

¿Tú cómo lo ves, mi mundo al revés?



Últimamente Monipenny se ha hecho mucho de vaqueros, camisa grande y botas. No se sabe bien si es una tonta manía más o una manera de quedarse enfrascada en un sitio del que se sabe un poco prisionera a ratos. ¡Pero cómo le gusta seguír trasnochando para poder escuchar lo que todos se callan!
Resultó que ese día en el que se dejó ver por la estación de nuevo la encontré diferente, de una manera acomodada en un estar bien del que nunca había sido fan, de otra con una sonrisa a medias tintas con la que sólo pudo tragar circunstancias que no hiriesen más a su frágil estómago que aquellos días tendía a tener más náuseas de las habituales.
¿Te has olvidado? No sé. ¿Qué sientes? ¡Que no sé, no sé, no sé! 
Pude notar cómo ya no se marcaban los callos en sus dedos anulares, cómo sus piernas habían enflaquecido y su languidez había calado hasta sus lágrimas, porque ya ni eso tenía, ni un frívolo hueco interno de la esquizofrénica que había sido.
¡Eh! ¡Chica! ¿Me oyes?
En su brazo quedó la marca de la razón por la que vagabundeaba aquel día. A-dre-na-li-na.




"No me cuestiono tu capacidad de observación, simplemente señalo lo paradójico que es preguntarle a un hombre enmascarado quién es. Pero en esta noche tan prometedora, permíteme que en lugar del banal sobrenombre, sugiera el carácter de esta "dramatis" persona... ¡Voilá!. A primera vista un humilde veterano de vodevil en el papel de víctima y villano, por vicisitudes del destino. Este "visage", ya no más velo de vanidad, es un vestigio de la “vox populi”, ahora vacua, desvanecida. Sin embargo esta valerosa visión de una extinta vejación se siente revivida, y ha hecho voto de vencer el vil veneno de estas víboras en avanzada, que velan por los violentos viciosos y por la violación de la voluntad!. El único veredicto es venganza, ¡vendetta!, cómo voto y no en vano, pues la valía y veracidad de ésta un día vindicará al vigilante y al virtuoso. La verdad... está "vichisoise" de verborrea se está volviendo muy verbosa, así que sólo añadiré que es un verdadero placer conocerte, y que puedes llamarme “V”".
(V de Vendetta)