1/19/2010

Tuesday's tea time


-You are just not what the people who cares about you expect you to be, sweetie.
-I'm a cat Dilys, that's what I'm. 

Deja de intentar convertirme en lo que tú quieres que sea.
Yo soy yo. Y no quiero ser tú. Ni como tú.
No dejaré nunca de pensar que los callos no son un manjar ni de odiar a los fans de Paulo Coelho.
Soy abstracta, independiente. No concreto y no me gusta que me concreten, ni que se metan en mis cosas, que siempre las tengo bastante bien ubicadas.
Tengo una amiga que no me entiende y que le saca de quicio que no sea como el resto del mundo, que  a veces es extremadamente entrometida e inoportuna pero que me quiere, y yo a ella.
Si bebo, bebo ron a palo seco; y cuando lo hago hablo de lo que me ha importado y de lo que no quiero olvidar, porque soy de esas que cree que nuestro pasado nos hace ser personas.
Muevo las piernas constantemente debajo de la mesa cuando estoy en clase y por eso tiendo a descalzarme en cualquier sitio y adoptar la posición del loto. Me da claustrofobia la gente  que dice: "soy así, qué le vamos a hacer" porque luego todos se hurgan la nariz en los semáforos.
Leo mucho, me gusta leer. De vez en cuando, entre esos libros aburridos, encuentro uno que me leo 10 o 15 veces. Nací la mayor de cuatro chicas y un chico que se dedica a intentar tomarnos el pelo. Isabel, la que me sigue, ha sacado las mismas notas que yo en el colegio, está igual de alta y toca la flauta travesera.
No soporto el ruido del teléfono, me enerva, por eso tengo siempre el móvil en silencio. Y si no contesto no es porque me haya muerto, es porque no le presto atención.
Me da ganas de vomitar el telefilm de los domingos por la tarde de "chica maltratada sale adelante gracias al amor y al coraje" y para mi las palomas son todas ratas con alas.
Tampoco me gusta hablar por teléfono. También soy trilingüe, carnívora, y tengo la piel atópica, y eso hace que me embadurne de crema todas las noches.
Respeto poco a la gente que se traga bodrios en la tele sólo "porque no hay otra cosa" y mucho menos a los que escupen por la calle.
Quiero ir a Nepal, a Cabo Verde, a Moscú, a Japón y a Melbourne. Quiero volver a Londres y quedarme allí, con el hindú del puesto de kebab de Camden Town, que ya es mi amigo.
Me rechina los dientes el humor escatológico y más el concepto de que si alguien te importa tienes que decirle que "le quieres".
He hecho una apuesta con mi padre y tengo que aprender a tocar la guitarra como Jimi Hendrix antes de que él muera para poder heredar sus Gibson y su Fender. Estuve en coma y le cogí fobia a los hospitales; por eso ahora que tengo que encerrarme en uno una vez a la semana porque mis hormonas se han vuelto locas me entra el miedito.
Soy sinestésica: las notas, los números y las letras tienen colores. Y si me pinto las uñas serán siempre las de los pies y de color morado, Chanel. Porque me lo regalaron y no pienso comprarme un pintauñas en mi vida.
Repudio a las parejas que hablan en primera persona del plural y el concepto de novios que intenta apoderarse de una persona.
Guille es mi amigo gay, pero que no es gay. Sólo hace las veces.
Pinto por temporadas, ahora mi madre me ha pedido un cuadro para una amiga, así que tendrá que tocarme otra vez; pero quiere un carboncillo y todavía no ha entendido que sólo he hecho uno bueno en mi vida y que veo difícil que se pueda volver a repetir.
En el fondo me encantaría dar clases de baile y vivir en una casa en Lavapiés, pero no es familiarmente correcto. Adoro la Economía desde que me hicieron adorarla. Y ahora tengo otra apuesta con mi padre por la que tengo que sacar cuatro matrículas este año, menos mal que en el segundo cuatrimestre me he matriculado de ocho asignaturas.
Odio las nocheviejas, las despedidas de soltero y la certeza de que Sheldon Cooper no existe en el mundo real...
Me enamoré de un chico que acabó tirándose por un segundo piso. Y luego salí con otros dos que acabaron en el psiquiatra. Es curioso, siempre les he dejado yo.
Me empalaga el dulcísimo sabor del chocolate blanco y que la gente lo llame así, porque eso no es chocolate.
Ahora estoy liada un chico que se parece bastante a mi y que cree que me entiende porque tiene en su ser todos los adjetivos calificativos que empiezan por la raíz "ego-".
Tengo una perra que la confunden con Pancho el de la lotería pero que se llama Juana, va dejando pelos por todas partes. Aún así, un día me puse a buscar dentro de mi cama, que es donde duerme, y no encontré ni uno solo.
Me gusta reírme y gritar y odio el sentimentalismo asqueroso de las parejas que van dadas de la mano por la calle y no hacen más que darse besos y llamarse cosas estúpidas como "cuquito", "mi vidita" y "cariñito".


Soy bastante gato pero soy de las que muerde, no araño.







I do also have ruins
only not duzzled
but distant blind,
dregs of words,
vestiges of bitterness. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LOCURA(S)