1/24/2010

Reclusión: día 2.


Pipi hizo ceder a Chuck Berry su puesto de honor esta mañana y Bach sonó con fuerza mientras el cello hacía retumbar cada una de las paredes del cuarto de la jaima.
-Buenos días princesa. - le dijo a las ocho y un minuto.
-Abrázame, Pipi. 
Bajaron las escaleras, tampoco había churros con chocolate para desayunar.
-Buenos días, Papá. - le miró como si llevara más de un mes sin aparecer por casa. Él llevaba una de las camisetas de pijama que le pintaba todos los años su hija mayor y ella corrió a sus brazos nada más verle.
-Chica del corazón grande, ¿Atún con mayonesa?
-¿Qué tal patines en el Retiro y un poco de Goya?- le contestó sentada en su regazo.
- Sólo si me prometes dejar de castigarte.
Ella le prometió sonreír y él quedarse en casa cinco días seguidos.


Yo no puedo callar cuando el corazón me da gritos.
(Fiódor Dostoievski)

1 comentario:

LOCURA(S)