1/09/2010

Mi rincón favorito de Madrid está en Nueva York.



Esta vez era la esquina de un pequeño bar, al fondo, a la derecha, donde estaban hablando. La música no estaba especialmente alta, sonaba algo de lo que se sabía la mitad de la letra y detrás suyo justo había una fotografía en blanco y negro de un saxofonista de color en la que ya se había fijado.
A su lado la típica barra de madera donde se apoyaban aglomeradas veinte o treinta copas semiterminadas y una barandilla en la que se medio sentaba.
- Ir a tu cama sólo sería por ti. Tú eres guapa, tú vives, tú bailas, al margen de que ya me haya tumbado en ella y sea cómoda - dijo Nacho sin venir a cuento. - Tú hablas,  y cuando lo haces es interesante. 
Lucía se rió cínica y contestó: -La almohada también tiene conversación 

Nacho la miró darse la vuelta y volver a bailar con sus amigas.

Y es que lo malo de hablar con la almohada es que siempre te da la razón.



"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, 
y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, 
mientras sigo a la gente que me interesa, 
porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, 
loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, 
la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, 
arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas". Jack Kerouac.

1 comentario:

  1. Me gusta este lugar me hace sentir bien feliz aunq tambien me da miedo a pesar de ser yo el fantasma

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LOCURA(S)