12/20/2010

La llave extraviada del cajón de-sastre.



Querida Yo,
¿Estás viva? ¿Me escuchas? Llevo un par de meses en los que estoy soñando por las noches, incluso a horas del mediodía cuando me dedico a coser los agujeros entre mis dedos y los ojos se cierran lacrados del rojo intenso de un cuerpo que aprieta. He vuelto a soñar.
Fue el brillo efímero de esa nostalgia, la noche en la que conducía por Madrid, lo que me llevó a olvidar que del cielo podría caer agua, o viento, o ira; pero aún así me acordé que abandonar la carta tropecientosmil  a su suerte haría que llegase seguro a alguna isla de piratas, de esas que tanto me gustaban cuando era pequeña.

Como desapareces y vuelves a aparecer. Como puedes ser y nunca estar. Como no pasa el tiempo pero te veo mayor. Y cuando tienes que mentirle al miedo, ¿qué le dices?

Nació en el eje de la punta de mi nariz de manera que no pudiera enfocarle ni aunque quisiera y, como la energía, saltó de lunar en lunar transformándose mientras dilataba los ejes de mi tiempo y las comisuras de mi sonrisa. En un beso robado rodeado de mil personas que no existían se desnudó sin que ni la mirada le delatase y se coló en el asiento del copiloto a modo de cuerda de guitarra para entonar alguna sinfonía. Se acostumbró. Sí, lo hizo. Se acostumbró a ser ese punto y final de todas las frases que me callaba para él.

La sensación de encontrarse prisionera de algo que te envolviese cada vez más deprisa fue aguda todas las mañanas, por eso salía de la cama despedida y no volvía hasta horas como éstas en las que te vuelvo a escribir. 
Deberías sentirte traicionada. 





"Todo el mundo me ha odiado, ese es el primer recuerdo que tengo. La gente miraba mi cara y mi cuerpo y huían aterrorizados. En mi soledad decidí que si no podía inspirar amor, mi más profunda esperanza, causaría miedo. Vivo porque este pobre genio medio loco me ha dado vida. Él solo construyó una imagen de mí como algo hermoso y entonces, cuando podría haber sido suficientemente fácil como para estar fuera de peligro, usó su propio cuerpo como conejillo de indias para darme un cerebro más calmado y alguna manera más sofisticada para poder expresarme"
(The monster in Young Frankenstein - Peter Boyle)

10 comentarios:

  1. Y cuando tienes que mentirle al miedo, ¿qué le dices?

    supongo que lo primero que se te ocurra para que se calle de una vez y te deje vivir tranquila...

    el penúltimo párrafo es increible :)

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  2. mmm...estoy de acuerdo con Ariana, es genial el penultimo párrafo!:)
    muah

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  3. Es genial este blog. Siempre me sorprendo cuando vengo.
    No pares de escribir!

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  4. "La sensación de encontrarse prisionera de algo que te envolviese cada vez más deprisa fue aguda todas las mañanas, por eso salía de la cama despedida y no volvía hasta horas como éstas en las que te vuelvo a escribir. "
    debería sentirme traicionada pero lo que siento no me lo permite...
    lo que siento por él solo me deja adorar..

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  5. Siempre q escribes del cajon DE-SASTRE me recuerdo aquel parrafo q me dio calma a mi cerebro como dice en tu parrafo final jajaja este fantasma q siempre visita tu blog se siente feliz de q escribas, aunq a veces no entienda q quieres decir jajaja pero me gusta

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  6. "Y cuando tienes que mentirle al miedo, ¿qué le dices?"
    Acabo de entrar en un bucle infinito.

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  7. “Cada lagrima enseña a los mortales una verdad”

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  8. Genial Migas, genial

    Feliz Navidad...está precioso Madrid.

    un beso

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  9. este texto tiene lineas que me dejaron con la mandibula esguinzada.

    genial
    saludos

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  10. La V es asimétrica.
    Nadie puede entender tu nariz.

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LOCURA(S)