Cécile Bourdet era una de esas personas enteramente imposibles. De complexión extremadamente delgada, pelo lacio y unos dedos sibilantes que temblaban acorde a los taxis que perdía cada vez que no gritaba.
Así comenzó su amistad. Aquellos días amenazaban con la llegada de la primavera pero el viento era todavía demasiado frío como para que las hojas volviesen a trepar hacia los árboles y el sol demasiado tímido como para enfriár los tés de las cafeterías del centro.
Cécile era una máquina memorística que había llegado desde Poitiers hacía apenas un año.
-¡Oh! ¡Mira Cécile! - al fondo de la calle, desde el número 26, salía un hombre con chistera y levita cargando un mono en su hombro derecho - Hace siglos que no voy al zoológico, he de llevarte.
La boca pequeña esbozó una tímida sonrisa.
-Sólo las blancas, aquí sólo se pueden pisar las blancas. ¿Es que en Francia no os gusta el chocolate? - Alicia, con un gorro rojo y bufanda a cuadros, siguió saltando por el paso de cebra. -Si pisas las negras dicen que no saben hasta dónde hundirás la rodilla...
"El pasado es lo que recuerdas, lo que imaginas recordar, lo que te convences en recordar, o lo que pretendes recordar."
(Harold Pinter)
recuerdos... siempre recuerdos
ResponderEliminarHay personas que les gusta vivir de pasados, no está mal, pero prefiero los presentes momentos siempre, que luego se queden en recuerdos para quien sea, incluso para mi, por si los necesitara.
ResponderEliminarSalud
Para actuar no hay que volver la vista atrás... eso dicen. Pero yo no podría vivir sin recuerdos: sin los buenos y sin los malos.
ResponderEliminarA mi me da que los sueños son como recuerdos, valne de lo mismo, son fantasias a veces.
ResponderEliminarmágicas tus historias, conversaciones...mágico blog el tuyo amiga 'migas'...y con ese punto locura...
ResponderEliminarmágico...
preciosisisiismo bloog!
ResponderEliminarhttp://silvia-yellfire.blogspot.com/
un fuerte abrazo!
A ver señorita...
ResponderEliminarMe ha encantado, simplemente eso.
Escribes de lujo, tus metáforas son sencillamente geniales. Es fantástico que las hojas trepen los árboles en estas paredes. Me encantó todo; el estilo, TODO.
Saludos desde el piso 13 :)
En Viejos Tiempos, Pinter pone en boca del personaje de Anna las siguientes palabras: "Hay cosas que uno recuerda, aun cuando nunca hayan ocurrido. Hay cosas que yo recuerdo, aunque nunca han ocurrido, pero como yo las recuerdo, en realidad ocurren." Me he acordado al leer su cita al final del post.
ResponderEliminarMe he dado un largo paseo y...yo también me siento un poco como en casa, que gusto... :)