Éramos unas catorce personas en el vagón en el que me había sentado. Yo llevaba a Sabina retumbándome en los oídos esa mañana y cuando entré me coloqué apoyada contra la puerta contraria. Justo cuando el silbato declaraba que partíamos entró la chica más pelirroja que jamás he visto. Su pelo era rizado, tan rizado que formaba una masa heterogénea que parecía intraspasable, y de un color rojo teja que reflejaba centelleante la luz que iluminaba aquél vagón de metro. No era una chica bonita; sus rasgos eran más bien toscos, su nariz achatada y gruesa y llevaba unas lentes de pasta negra que le hacían parecer aún más pálida de lo que era.
En cambio, algo hacía que me quedase mirándola.
Cargaba con un macuto gigante a sus espaldas y sus pantalones verdes botella parecieron no importarla cuando se sentó en el suelo justo mi lado.
Pude ver por el rabillo del ojo que sacaba un libro de la mochila, ponía Madrid en letras grandes. Lo abrió y lo que me pareció un libro en blanco se volvió un cúmulo de puntos que ella supo descifrar.
Y ahí seguía, pasando las estaciones observando esa sensación de victoria que abatía cada uno de los centímetros del metro.
Cuando llegué a mi parada ella también se puso en pie dispuesta a salir. La miré por última vez. De pronto me cogió la mano.
Sólo me dijo: -Permítetelo.
Me quedé inmóvil, las puertas se volvieron a cerrar y a través del cristal pude ver cómo se dirigía hacia la salida mientras yo me volvía perder en el túnel.
La idea es robada.
(Walt Whitman)
me gusto la imagen.
ResponderEliminarPermitetelo !!!! haaa
Una de esas situaciones que parecen inacabadas. Texto realista, donde te quedas con un sentimiento amargo a su dín.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
qué harás cuando se terminen las palabras del abecedario?
ResponderEliminarmuy bueno....yo tambien robo rostros, historias y sensaciones en los trenes...
ResponderEliminarbeso
druida
Es que el rojo se las trae.
ResponderEliminarLo digo con conocimiento de causa.
;-)
Una imagen como para pintarla Picasso!,me gusto mucho ladronzuela de historias.
ResponderEliminar¡Whiskey y Wilde!, todo a la vez...
ResponderEliminarExcelente post.