5/07/2010

Happy sweet not twenty





Ric, con sus ojos color miel y su chupa de cuero. Ric, caminando entre los bulevares de ésa capital de la que se sentía prácticamente dueño. 
-¿Por qué desapareciste Cati? - me preguntó nada más verme. Era imposible que supiera donde estaba, no sabía cómo encontrarme, nunca le había dado mi número de teléfono, ni siquiera mi nombre.
-Hola, Ric. ¿Cómo te va? - le pregunté mientras trataba de terminar la última línea de la página que estaba leyendo. 
Le reconocí por su voz, era una voz rasgada pero dulce que siempre me había hecho recordar las empanadillas que preparaban en Buenos Aires. Se sentó a mi lado, y cuando lo hizo noté cómo vibraba el banco de granito gris oscuro. Era curiosa la sensación del viento de Abril recorriendo mi cara mientras los rayos de sol me hacían parecer un poquito más rubia. 
-Podrías haberte despedido. 
Me quedé callada. Callada como una muerta mientras él se quitaba los anteojos negros para mirarme a la cara. Pasaron por lo menos cinco minutos; los dos sentados, cada uno en un sentido distinto con delante dos mundos completamente diferentes; sonaba alguien tocando el acordeón. 
-Tú y tu mundo. - añadió- Estás muy guapa. - se levantó y cuando ya había puesto el primer pie sobre la calzada le sonreí. La verdad es que no le había echado de menos, quizá alguna vez me hubiese gustado un abrazo como los suyos; pero sólo quizás. 
Le grité desde lejos, le grité tan fuerte que no pudo oír que le dije que se lo había advertido. 
Sí, se lo advertí. Que yo no era un décimo de lotería, que no estaba ahí para hacer realidad sus ilusiones. 





"Otras veces exponía, con la gravedad de una profunda convicción, su manera de ver la vida. Para él, la existencia era a modo de un lienzo gris, y el gran talento de los hombres consistía en saber cubrir de colores vivos y risueños ese fondo de tristeza para ignorarlo, engañándose misericordiosamente.
-Todos llevamos - añadía - una orquesta dentro de nosotros. Lo importante es hacerla funcionar, que toque sin descanso la sinfonía de Ilusión y Deseo, únicos temas que sostienen nuestra vida. No hay que dejar que se calle. Una vez terminada una partitura, pongamos otra inmediatamente en el atril"
(El sol de los muertos; Vicente Blasco Ibáñez)

10 comentarios:

  1. bella escena, transporta a un mundo conocido que nunca he vivido.

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  2. Además, el décimo puede tocar o no...

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  3. Me gusta cómo combinas los textos de otros con los tuyos. Y me gusta no ser billete de lotería. Me enganchó.
    Un beso.
    LADY JONES

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  4. pero a veces se echa de menos un abrazo suyo.
    un besote

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  5. Hay quien no entiende las palabras ni a gritos, pero saben entender un gesto...

    beso
    druida

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  6. que situacion! situaciones.
    me gusta la imagen, es la misma moto italiana que tengo en mi casa alla en mi ciudad natal. jamas la hubiese imaginado con esas velas.
    un saludo en la lejania.

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  7. concedeme 3 deseos?

    1. Nunca te vi.
    2. Nunca te conoci.
    3. Nunca te conocere.

    gracias

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LOCURA(S)