10/25/2011

El Prozac sólo sube la autoestima.




No había sonido más esperpéntico que el del cláxon a esas horas de la mañana en las que debía de estar prohibido hasta pensar. Y Madrid había cogido últimamente la mala costumbre de ser más sonora que nunca; creo que podría ser nada más por llamar un poquito la atención y sentirse protagonista, que todo el mundo supiera que estaba allí y que se hacía fuerte, que cada vez llenaba más los pulmones de sus transehúnetes y hasta contaminaba su alma. 
Desde que el Otoño se había decidido a asomar la patita, Cati se sentía nuevamente abandonada, y es que ya no tenía nadie a quien echar de menos. 
-Ya me he aburrido Alfred - Alfred era su compañero de clase, un chico alto y desgarbado, con gafas y un aspecto de lo más bucólico que cuadraba a la perfección con las blazers que le gustaba calzarse.
-No te hagas la interesante conmigo Cat, no te voy a preguntar que de qué. - le contestó él cuando se giraba a pedir un folio a los de atrás. Entonces le puso un brazo sobre los hombros y la abrazó contra él, la miró como si fuese a comérsela y volvió a su posición de partida. No era un gesto que Alfred soliese hacer muy a menudo y tampoco era común que ella se dejase tocar; aún así siguieron mirando el vacío e intentando no escuchar al viejo profesor que tenían delante. 



"Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca.
Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.
 Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.
 Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella.
 Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace.
 Por lo menos tiene que intentarlo.
 Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo.
 Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.
 ¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la saga Crepúsculo.
 Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.
 Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.
 Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.
 Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.
 O mejor aún, a una que escriba."

(Rosemary Urquijo)


22 comentarios:

  1. La descripción del Madrid por la mañana es lo más acertado que he leído, desde que me vine de esa ciudad a la mía de toda la vida.
    Aun así, sin estrés, sin prisas y ansiedades, sin tener que correr para ir al trabajo, Madrid tiene rincones maravillosos.
    La escena que se desarrolla después en tu texto, la he tenido que leer con ese nerviosismo o frio en el cuerpo, quizás por eso me ha parecido más fría. Aunque no congelada…

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  2. Que bella descripción de Madrid que haces y que ganas me dan de ir!
    Saludos *-*

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  3. Enserio, me matas con tus fragmentos extraídos de libros!!

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  4. ...y un abrazo puede salvar el mundo... Bien por Alfred.

    (esperando -con impaciencia- la siguiente entrega)

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  5. Bonito blog. Me ha encantado descubrirte. Te seguiré.

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  6. Acabo de vivir el Madrid que describes, y encima bajo la lluvia y a punto de ser atropellada por un coche (que ha tocado el claxon de forma insistente para advertirme de que el paso de peatones no significa que yo pueda cruzar y él tenga que parar). Y digo como Cati: yo también me he aburrido ya.
    Un beso

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  7. Creo que estoy segura del título de esta entrada.

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  8. Vivo en Madrid, y está mañana se ha despertado queriendo hacer honor a tus palabras. Magistrales sin duda.

    Una chica que lea, es capaz de inventar un cielo, llenarno de elefantes voladores si con eso te hace feliz. De repetente podrá ser heroina y tendrá recuerso para hacerlo, o villana, princesa y prostituta, lo que necesites en la época que quieras pasear.

    Es vivir la eternidad en sus palabras en el efímero momento preciso.

    Pero si también escribe, Dios te ha bendicido, con la posibilidad de ser quien quieras, mirar sus ojos y contemplar paisajes imposibles, te dejará hablar con Prochia, te codeará con Benedetti, te invitara a cafés con Goya, y Voltaire os explicará revoluciones...Gabriel Garcia Marquez, estará en vuestra boda...

    Benditos sean aquellos hombres que deciden permanecer a nuestro lado a pesar de bipolaridades, de tristeza y de compartirnos con todos aquellos que pasan por nuestras vidas convertidos en nosotros mismos en sus palabras.

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  9. Me ha gustado mucho el texto. Entre ellos hay una química especial que acabará de una forma mágica.
    Un saludo (siento no haber pasado antes, pero el instituto no me deja a penas tiempo libre)

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  10. permiteme decir que eso me suena a mi novio y yo en clase antes de estar juntos jajajja
    que genial
    real
    y eso mola

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  11. Pues en cualquier ciudad el centro es orrible..pero y los barrenderos a la 2 de la mañana?
    el copón..un beso desde Murcia..seguimos...

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  12. Leer tus posts es como caviar para mis sentidos...

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  13. No sé qué fue mejor: la foto de Ryan o el gran texto de Rosemary Urquijo, bella. ¡Qué preciosidad!
    Es tan bonito porque también quiero a un chico que lea y reúna todas esas características.

    Mucha luz, como siempre. Y todo mi cariño :D

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  14. Me ha recordado esta entrada al libro que me leí, La soledad de los números primos, esa sensación de hacer algo que no es de esa persona y sin embargo pasa como un vuelo.

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  15. Cuendo elamor aparece en la vida pareciera que todo el mundo se esfuma, me gusto el ultimo texto que pusiste, sobre todo por lo ultimo, sal con una chica por que te lo mereces, merecemos amar y ser amados :)
    Besos!

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  16. Muchas gracias por participar en el sorteo. Mucha suerte.

    Besos.

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  17. ay, ay cuanto me ha gustado esta entrada. Llevaba tiempo ya sin comentarte pero siempre paso a leer. Los gestos por sorpresa son los más entrañables de todos. Y el parrafito que has escrito sobre Madrid *-*

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  18. Gracias por pasarte por mi blog :)
    Me ha encantado tu entrada, la fotografía, el texto y tu manera de adentrarme en ése abrazo de Alfred.
    Sin ninguna duda, te sigo.

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  19. Me gusta tu descripción de Madrid! El Jueves, subo a la capital y la verdad es que me encanta!
    P.D. Muchas gracias por pasar por mi blog y comentar! Si que es genuino el baño con la librería, eh? :) Desde hoy, tienes una seguidora más en tus dos blogs! Un besito!

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