Vivir o entender

Todo se ha vuelto extremadamente rápido.

Adoro esa mirada cómplice

que se desliza sobre las cosas

mientras que las rechaza.

Adoro la sonrisa que tiembla con cada beso.

Las caricias que se dejan caer, el olor que se esconde, pero es fuerte.

Es una historia de amor, es un no quererse perder que sale del bolígrafo sin saberlo, sin querer quitarte la serenidad.

Me muevo a tientas pero es increíble verme saltar dentro de agujeros negros, no sabes lo increíble que es entrar en tus ojos para perderme dentro de ellos.

Y a mi, lo sabes, me encanta la alegría no hecha de ruido, tenida por casualidad, por casualidad como se ha vivido siempre, como se viven nuestros silencios.

Porque después, en ciertos momentos, la sensación de ser está tan deshilada que se podrían coser nuevas aventuras sin saberlo.

No lo consigue quien quiere, lo consigue quien sueña.

Yo todavía intento parar la vida, mirarla, escribirla.