8/11/2011
De tacones de suela roja y harinas de centeno.
Se hablaba de maravillosas historias cosidas prácticamente con hilo de pescar, tan tenso que no deja respirar ni a los remedios de la peor gota jamás habida. Estoy segura de que tener Ladies o Lores entre líneas extirparía la angustia de no ser capaz de combatir el deseo por construir mundos aún mayores, pero no puedo felicitarme más por el eterno optimismo; no hay princesas, ni magia, ni investigadores felinos.
Posiblemente algunos de ellos estén más cerca del Rey de lo que jamás hubiesen soñado, pero por ahora no hay tinta suficiente para dar rienda suelta a unos dedos que se sienten trenzados, prendidos del hálito de brillos fugaces que llenan espacios que otros no pueden hacer.
No puedo firmar nuevos tratados como Catwoman, sólo me permito sentarme cinco minutos delante de la ventana de plástico de mi habitación y escuchar cómo la radio me recuerda que las historias largas se escriben para buscar un final; y todavía no estoy lista para eso.
"Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde o, en mi caso, demasiado pronto para ser quien quieres ser. No hay límite en el tiempo. Empieza cuando quieras. Puedes cambiar o no hacerlo. No hay normas al respecto. De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa. Espero que tú saques la positiva. Espero que veas cosas que te sorprendan. Espero que sientas cosas que nunca hayas sentido. Espero que conozcas a personas con otro punto de vista. Espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa. Y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo".
(El curioso caso de Benjamin Button)
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Me tranquiliza incomensurablemente ver que aún hay personas a las que les apetece, de verdad, vivir. Felicidades, la vida puede ser maravillosa.
ResponderEliminarAlgunos finales habría que coserlos con hilo de pescar bien tenso para asegurar que fueran felices :)
ResponderEliminarLos títulos de tus entradas siempre me han encantado. Y claro este no sera la excepción
ResponderEliminarLos títulos de tus entradas siempre me han encantado. Y claro este no sera la excepción
ResponderEliminarQué bien escrito, qué bien expresado...
ResponderEliminarUna nueva pizca de ti.
Sigue escribiendo, sin buscar cómo acabará...
besos
Estupenda.
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana.
Cuando se decida a vestirse de Catwoman... avíseme.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Pasada de entrada !!! *___*
ResponderEliminarPasatee !! te sigoo !
http://train-coollife.blogspot.com/
"escuchar cómo la radio me recuerda que las historias largas se escriben para buscar un final; y todavía no estoy lista para eso."
ResponderEliminarWow! No te puedes ni imaginar lo mucho que me encanta este texto. Es bonita la sensación que describes y sí, yo creo que todavía no estamos listos para saber nuestro final.
Saludos y precioso también el fragmento de El curioso caso de Benjamin Button.
muuuy lindo tu blog, sos original. Te sigo, te djo mi blog asi cuando puedas pasas www.beeauty-romance.blogspot.com
ResponderEliminarun besitto y suerte♥
Un blog, una escritura preñada de rebeldía y de sensibilidad y del vértigo de mil sensaciones encontradas. Gracias por seguir mi blog. Te sigo yo también ya.
ResponderEliminarSaludos blogueros
No siempe se escriben para encontrar un final, también puede ser que, conociendo el final, lo que las historias largas busquen es el camino, no? :)
ResponderEliminarDicen por ahí que los finales felices son cuento sin acabar. Eso nos reduce las opciones en cuanto a finales se refiere, ¿no?
ResponderEliminarMuás.
Simplemente hermoso ♥
ResponderEliminarcorazón, yo creo que las historias nunca tienen un final pero las personas, no sé por qué razón, nos empeñamos en finalizarlas
ResponderEliminarbesos con migas de locura
me gusto mucho ese ultimo parrafo :D
ResponderEliminarEscribo porque la sangre em llama a escribir, porque el cuerpo em lo pide.
ResponderEliminarSalud!
Siempre estupenda amiga.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Esa lección de Benjamin Button me dejó huella. Y trato de seguirla al pie de la letra en la práctica.
ResponderEliminarUn besazo, como siempre, bonita.
Buena reflexión con palabras exquisitas. Escondes mucha verdad. Gracias por pasarte por mi espacio. Beijinhos.
ResponderEliminarNadie esta listo para los finales..
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Nada de eso existe, no hay perfección. Pero lo que sí hay es príncipes que se adecuan a lo que cada una busca en ellos :) Te sigo ♥
ResponderEliminarMe gustaría que le eches un vistazo a mi blog, te dejo el link :)
http://believe-meel.blogspot.com
M eha gustado mucho y los pies con las uñas pintadas, me gusta...un beso desde Murcia...seguimos...
ResponderEliminarcomo aparece en ese trocito que has rescatado de Benjamin Button, lo importante es tener el valor para marcar el comienzo
ResponderEliminaruna y mil veces
De verdad que al leerte trato de ser original, de hacerte un comentario con el que puedas sentir que lo que has escrito a causado impresión. Mi reacción al leerte ha sido un suspiro, y te he vuelto a leer, y de nuevo otra vez. No creo que hayan historias que nos enseñen lecciones y ni finales que resuelvan una larga historia. Escribe hasta que no quede nada.
ResponderEliminarSigo admirándote.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTienes un blog precioso
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