1/15/2011
Mi devoción será morder una manzana y desgranarla en el corral.
-Asúmelo, lo único que puedes sentir hacia mi es gratitud. Aunquemicanapuedallevarteporlacalle delaamargura.
Fue así como Clara me plantó en el vagón del metro, como si dejase tirado sobre el asiento el periódico que recién había ojeado tras haberlo cogido de un montón a la entrada de aquellas puertas de metal.
Cuando me di cuenta de que el sonido de partida ya había pasado ella ya se había camuflado entre las losas de las paredes y se había calcificado en mis uñas.
La conocí no mucho antes cuando compartimos un taxi que salía de Atocha:
-¿Te importa que compartamos? - le pregunté; y una vez que accediera y sonriendo me ayudara a subir las maletas le dijé que no tenía más que dólares, que acababa de volver de viaje. Ella me miró y no dijo nada. Volvió a dirigir su cabeza hacia la ventanilla y la bajó intentando buscar el único rayo de sol entre todos esos edificios.
Cuando llegamos volvió a sonreirme.
- Son mil pesetas, ymelasdebes. Y se bajó en el veinticuatro de la calle Villanueva con su maleta gris y su sombrero nuevo.
"Tendemos a la muerte como la flecha al blanco, y no fallamos jamás, la muerte es nuestra única certeza y siempre sabemos que vamos a morir, no importa cuándo y no importa dónde, no importa la manera. Pues la vida eterna es un sinsentido, la eternidad no es la vida, la muerte es el reposo al que aspiramos, vida y muerte están ligadas, aquellos que demandan otra cosa piden lo imposible y no obtendrán más que humo como recompensa. Nosotros, que no nos contentamos con palabras, consentimos en desaparecer y aprobamos nuestro consentir, no elegimos nacer y nos consideramos afortunados de no sobrevivir en ninguna parte a esta vida, que nos fue impuesta más que dada, vida llena de preocupaciones y de dolores, de alegrías problemáticas o malas. Que un hombre sea feliz, ¿qué demuestra? La felicidad es un caso particular y nosotros observamos sólo las leyes del género, razonamos a partir de ellas, sobre ellas meditamos y profundizamos, despreciamos a quienquiera que busque el milagro y no estamos ávidos de beatitudes, nuestra evidencia nos basta y nuestra superioridad no se encuentra en otra parte."
(Breviario del Caos - Albert Caraco)
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Solo siento gratitud? pq me lo dices asi como si cogiera un periodico y lo tirara, jajaja, la calle de la amargura no me deja ver o sentir mas alla q eso, jajaja q gracioso CLARA, si me parece gracioso, jajaja.... aun asi q hago me rio o sigo por la calle de la amargura, supongo q Clara es culpable, y si la acuso, pq eres el gps q me guia por esa calle jajajaja sin q tu lo creas asi.
ResponderEliminarGRACIAS CLARA por tus textos a veces no los entiendo pero ya ves q si me deleito cuando escribes. jajajaja
Dulzurasiempredulzuraentushistorias. De verdad, cada vez que te leo me dejas conunapazycaradebobo que ya sólo espero unanuevaentrega.
ResponderEliminarClara me gusta... esunatiasinhuecosmuyclarasinespaciosqueatisbendudas.
un beso migas....
nos vemos
Ciertamente, si se harta, pues se baja.
ResponderEliminarSi a le hubiera importado creo que la habría seguido...o quizás la llame después?
Sabes, contigo aprendo cuando te leo :D, el títutlo de tu entrada me lo pondría yo en el estado del tuenti por lo menos, eso sí, informandote!
ResponderEliminar¿Cuantos finales tiene una vida?
ResponderEliminaruf, pesetas
ResponderEliminarSeguro que cuando se bajó no miró hacia atrás.
ResponderEliminarNo es gracioso ir por la calle de la amargura de esta manera, necesitas acaso cuidarme? muy mal claire.
ResponderEliminarBueno, solo eso te digo.