11/05/2009
Fetichismo
Carol le empujó sobre el sofá.
Él se quedó perplejo, con la cabeza ladeada y hacia atrás, observándola desnudarse.
Tenía los labios pintados de color carmín y los ojos negros como el azabache.
Llevaba ligas de encaje y sandalias de tacón a juego con su sostén y su tanga de color negro. Mientras tanto, su larga melena caía sobre ella hasta el ombligo.
La deseaba.
-Fóllame. Fóllame hasta morir, muérdeme, haz conmigo lo que quieras y gime de placer mientras te vas dentro de mi.
Entonces le arrancó todo lo que llevaba puesto y entró en ella como si fuera lo última vez.
Y el resto del mundo quedó atrás.
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